Cartagena de Indias coronó a su reina con bombos y platillos. Toda la ciudad daba por hecho que Ximena Silva sería la ganadora, excepto ella. Aunque sabía que era una mujer hermosa, talentosa y con una elegancia que le era natural, veía en sus compañeras la misma posibilidad de llevarse la corona a casa. Al final se la llevó ella.
A Ximena nunca le interesaron los reinados. La única cercanía que había tenido con el mundo de los certámenes fue con ‘Chica Bonita’ en 2021, pero no sabía que estaba inscrita porque una prima se encargó de hacer ese trabajo por ella. Asistió a cada encuentro del concurso y llegó a ganar el título de virreina. A partir de allí cambió la imagen que tenía de estos espacios y empezó a pensar que a lo mejor podría hacer de estas plataformas “una posibilidad de cambio” no solo para su vida, sino también para las personas de su comunidad. Lea también: Ella es Ximena Silva, nueva Reina de Independencia 2024-2025
El barrio de su niñez
Ximena pasó sus primeros años de vida en el barrio El Líbano, hasta que, por circunstancias de la vida, su madre se mudó con ella y sus hermanas al sector de Isla de Belén, en Fredonia. Al preguntarle por sus primeros recuerdos en este lugar se le vienen a la memoria imágenes de sí misma jugando a cocinar arroz de cangrejito con los animalitos que el agua traía. Recuerda que las calles que hoy existen antes eran caminos llenos de agua y barro, no había manera de caminar si no era atravesando el pantano. Tanto así que, para ir al colegio, sus hermanas y ella debían ponerse bolsitas plásticas en los zapatos que se quitaban solo cuando su tío las llevaba hasta más adelante en un carricoche.
Su madre vivía de vender chance, de esa manera lograba pagar el colegio y las necesidades de sus cinco hijos. Al principio, Esmeralda Padilla (mamá) logró construir una casa de tablitas y poco a poco, con su trabajo y ayudas externas, logró ofrecerles un hogar más cómodo. La mujer que vivía de vender chance en el Centro Histórico de Cartagena se doblaba también trabajando como cocinera en el Mercado de Bazurto. “Mi mamá se quitaba el pan de la boca para que nosotros pudiéramos estar bien”, dice con orgullo la mujer que hoy lleva la corona. Lea también: Estos son los premios que recibe la Reina de Independencia 2024-2025

A su madre le agradece, entre tanto, haber sido también papá, pues la figura paterna es tuvo ausente en su vida al ser una hija por fuera del matrimonio que el hombre tenía establecido. El contacto era poco, cada 31 de diciembre, día de su cumpleaños, la llamaba para saber cómo estaba y hablaban un rato por teléfono. A sus 11 años, Ximena se enteró de la muerte de su papá y vivió un duelo que la llevó a varios años de rebeldía, un momento difícil que la ayudó a madurar siendo todavía muy joven.
Lo que nadie sabe
El pasado 3 de noviembre se realizó en la Plaza de la Aduana el desfile en traje de baño. Las 30 representan tes de los barrios desfilaron frente a las comitivas de sus comunidades con la emoción de quien va a mostrarle a su mamá algo bueno que hizo. Pero en el caso de Ximena no era tan así. Horas atrás, las calles de Isla de Belén habían quedado bajo el agua tras los fuertes aguaceros que generaron estragos en la ciudad. El plan de la joven era despertarse tarde ese día, descansar un poco y prepararse para una de las noches más importantes del concurso, deseo que se diluyó con la lluvia. Sintió impotencia y frustración, creía que definitivamente no iba a poder presentarse hasta que su asesor, Kevin Vargas, la llamó y la sacó del estado de tristeza en el que se encontraba: “Tienes que venir”, escuchó.
Se puso un short de jean, empacó todas sus cosas en una bolsa plástica y la agarró con fuerza. Salió “chapaleando” con miedo de cortarse con algún residuo o ser picada por un mosquito. Recuerda que una de las frases que más aliento le dio en ese momento fue la de una vecina, quien, viéndola atravesar la inundación que a algunos les llegaba hasta la cadera, le gritó “¡Tú vas a ser la reina!”. Apretó con más fuerza la bolsa que contenía su ropa y tacones, avanzó hasta encontrar un punto donde pudo tomar una moto y llamó a su asesor para informarle que había logrado salir.
Esa noche, recuerda que salió al escenario con más fuerza que nunca. Nada había logrado arrebatarle los sueños, ni el saber que a muchos de sus vecinos se les había inundado las casas, porque sabía que saldría y desfilaría por ellos, porque al llevarse la corona daría a conocer la situación de vulnerabilidad en la que muchos se encuentran. A medida que sus compañeras desfilaban, escuchaba con más fuerza el ruido que hacían las comitivas. Sabía que nadie de su barrio había podido ir, pero entendía por completo la situación. Sonrió, meneó sus caderas y tan pronto apareció en la pasarela, sintió la bulla que solo podía hacer su barrio. Estaban ahí, “no sé cómo llegaron, pero estaban ahí”, recuerda con los ojos iluminados. Lea también: Reina de la Independencia 2024-2025 visita El Universal
Psicóloga y reina
Ximena es estudiante de octavo semestre de Psicología en la Universidad del Sinú. Decidió estudiar esa carrera con el propósito de ayudar a otros que al igual que ella han pasado por circunstancias complicadas sin tener apoyo profesional. “Entonces estudiar Psicología para mí era como tener esta comprensión de tantas cosas y servir a esas personas que atravesaban lo mismo que yo viví y que en mi momento yo no tuve como esa mano ayuda, esa voz guía”, dice.
La coronada como Reina de la Independencia inició el 11 de noviembre un camino retador pero con un propósito claro: ayudar a su barrio, Isla de Belén. “No quiero ser recordada como reina y ya, sino también como psicóloga, como alguien que hizo algo por su comunidad”, expresó la que podría ser nuestra siguiente Señorita Cartagena.