Al cantante y exlíder de la banda N’Sync, Justin Timberlake, lo arrestaron la madrugada del pasado 18 de junio en Long Island, Nueva York, y lo acusaron de conducir en estado de ebriedad.
Tras haber sido liberado el día después de su arresto, Timberlake finalmente se ha declarado culpable de conducir bajo los efectos del alcohol asumiendo una multa de 500 dólares y aceptando realizar 25 horas de servicio comunitario en una organización sin ánimo de lucro de su elección, en el próximo año. También se le retirará el permiso de conducir durante 90 días. Lea: Cultura Profética redefine su identidad musical
De acuerdo con la información de CNN, los registros judiciales apuntaban que Timberlake le dijo al agente de policía que solo se había “tomado un Martini” después de ser detenido por saltarse un stop y no poder mantener el coche en su carril.

Un oficial del Departamento de Policía de Sag Harbor Village describió al cantante como “incapaz de dividir la atención” con los ojos “inyectados en sangre y vidriosos”, y agregó que “tenía un habla más lenta, andaba inestable y obtuvo malos resultados en todas las pruebas de sobriedad estandarizadas”.
El estadounidense ha asegurado ante los medios que se encontró “en una posición en la que podría haber tomado una decisión diferente” y ha reconocido que ha cometido un error, del que ha aprendido. Lea: Alberto Plaza está listo para volver a enamorar a Cartagena
El cantante ha pedido a los medios que difundieran un mensaje contra el consumo de alcohol: “Incluso si has tomado sólo una copa, no te pongas detrás del volante”, “Hay muchas alternativas. Llama a un amigo. Toma un Uber. Hay muchas aplicaciones de transporte. Toma un taxi. Este es un error que cometí, pero espero que quienquiera que esté viendo y escuchando en este momento pueda aprender de este error. Sé que ciertamente lo he hecho”, ha insistido Timberlake a los medios de comunicación y otros espectadores después de la audiencia en el tribunal adyacente de Sag Harbor Village.