Yeimy Paola Vargas más que una reina es, verdaderamente, Cartagena hecha mujer. La respuesta a quién es está cimentada en la idiosincrasia de su ciudad y de un barrio popular, su amado Chapacuá.
Hoy en día la conocen como la exreina, la modelo y la actriz, pero ella no desea ser catalogada bajo un título sino por la esencia de su alma que marca la diferencia. Ella, la mujer de espíritu caribeño. Lea: Jader Tremendo, el DJ cartagenero que revoluciona la champeta
En 2002 fue coronada como la soberana de su pueblo y en la Plaza de Toros se empezó a escribir una historia diferente, donde la belleza no fue la única que triunfó sino las ganas de generar un cambio en su sociedad, pero todo pasó tan rápido, que ahora, 22 años después, desea haber estado más consciente de lo vivido, porque aunque los aprendizajes se quedaron, la competencia le arrebató algunos minutos de comunión con las participantes y con los cartageneros. Después de ese magistral momento para ella y su familia, se vino su preparación para el Concurso Nacional de Belleza (CNB) como Señorita Cartagena, donde se quedó con el título de Virreina Nacional. Su labor como reina terminó con los títulos de Reina Mundial del Café y Miss Internacional 2004, pero ese título jamás será arrebatado. Ahora, sus seguidores la llaman la ‘reina de TikTok’.
La reina popular de los cartageneros dejó la corona y las pasarelas para dedicarse a la actuación. Su reconocimiento lo obtuvo con su participación en ‘El Joe, la leyenda’, ‘La selección’, ‘Los Morales’, ‘El general Naranjo’, ‘Los medallistas’ y, ya consolidada en el mundo del entretenimiento, regresó con el personaje de ‘Melissa’ en ‘Rojo carmesí’. Lea: Aida Bossa, la cantante cartagenera que protege la tradición
“Regresar a una producción siempre es gratificante y emocionante porque la actuación es algo que me apasiona. Cuando me identifico con un personaje es más fácil conectar con el público y la historia. Sentí el personaje de Melissa como mujer, porque todas hemos pasado por ese momento que se nos olvida el amor propio y empezamos a vivir por otros”, asegura.
Explica que se vincula al mundo de la actuación cuando un personaje le permite experimentar diversas emociones y sensaciones. También dedica sus fuerzas a otros proyectos como la escuela donde está su corazón para ayudar a formar a otras mujeres en el mundo del modelaje, no porque en la vida la meta sea sentirse reina, sino porque deben resaltar su belleza interior en el exterior. “Quiero que las mujeres que llegan salga con una identidad fortalecida y se sientan propias”.
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“Estuve para el lanzamiento de las Fiestas de Independencia y me di cuenta que las candidatas son mujeres preparadas, consientes de lo que se están jugando. Hay más coherencia en lo que significa ser la reina de los cartageneros porque es un trabajo por la comunidad. Yo pisé la Plaza de Toros, vi a las candidatas y sentí nostalgia porque yo sé lo que se siente estar con nuestra gente, escuchar a las comitivas que son personas con las que uno crece, sobre todo, entiendo esas ganas de ser reina popular. Para mí fue un privilegio estar en el Reinado Popular, pero fue más un sueño de mi mamá y de mi familia”, cuenta la actriz.
Yeimy Paola Vargas hizo de su nombre completo un lujo, no es Yeimy, no es Paola, menos Vargas, sino que hay que juntarlos para saber del personaje que estamos hablando. Las ganas de llorar que la inundaron ese sábado 31 de agosto fue el resultado de una poderosa mezcla de emociones al reencontrarse con la esencia de la ciudad heroica. Lea: Catherine Ricaurte, la cartagenera que vende arte en las redes sociales
“Hay que disfrutar el camino porque lo demás viene por añadidura”. Esa frase ha definido su vida, no se afana por tener sino por ser, en especial, porque ella se goza el hecho de ser cartagenera, eso es lo que le ha permitido conformar una comunidad sólida en redes sociales, donde no solo muestra su talento sino su cartageneidad.
Ella, la mujer de espíritu caribeño.
“Mis redes fueron y son una terapia para mí y para mis seguidores, porque ¿quién no ha tenido un día pesado? y al llegar a casa solo necesita reírse un rato”, dice y añade “es bacano influenciar de esa manera, encontrándole alegría y gozo a la vida”.
Y es que su vida, como ella lo cuenta, siempre encuentra la manera de regresar a Cartagena porque es de ahí donde obtiene su brillo. Lea: ¡Que viva la cumbia de Adriana Lucía!
“Todo lo que nos rodea en casa es Caribe y esa autenticidad y alegría que heredé de mi tierra ha sido clave para romper el frío de Bogotá. Es que Cartagena es mi vida, mi familia, mis raíces, mi alma expresa su brillo. Es la ciudad la que le da sentido a mi vida, porque yo no puedo escuchar una champeta y no recordar cuando en el barrio sacaban el picó y mis tías me ponían a bailar en la terraza. Yo escucho una champeta y tengo que bailar”, expresa desde el otro lado del teléfono, con ese acento propio de acá, de la tierra que es bañada por el mar.
“Llevo viviendo tantos años en Bogotá que la gente me dice ‘no pareces de la Costa’ y yo enseguida alego, porque siento que me ofenden”. Lea: Melissa Cure Villa, la reina más allá de la corona
Para ella es importante que cuando digan Yeimy, digan Caribe, cuando lo junten con Paola, se escuche Cartagena, y cuando finalicen con Vargas, reluzca Chapacuá.
Mi sueño es regresar a mi tierra con mi gente y que mis hijos disfruten de lo que significa ser cartagenero”.
Yeimy Paola Vargas.