En el universo del entretenimiento infantil, pocos personajes han alcanzado la admiración global de Hello Kitty. Desde su debut en 1974, esta figura icónica ha cautivado a generaciones con su dulce imagen y una vasta gama de productos de merchandising que la han convertido en un verdadero fenómeno de mercado.
Sin embargo, la reciente revelación sobre su identidad ha sacudido las redes sociales, desatando un sinfín de comentarios. Contrario a lo que muchos podrían pensar, Hello Kitty no es una gata, como comúnmente se creía. Sanrio, la empresa detrás del personaje, aclaró que en realidad es una niña británica, con nombre propio y una personalidad definida. Lea aquí: Juan Diego Alvira “casi se ahoga” junto a su hija durante unas vacaciones
La antropóloga Christine R. Yano, en una entrevista con ABC, explicó: “Hello Kitty no es un gato. Es un personaje de dibujos animados. Es una niña. Es una amiga”. Aunque su apariencia podría sugerir lo contrario, Hello Kitty se comporta más como una humana que como un felino, caminando en dos patas y compartiendo la vida escolar y familiar típica de una niña de entre 12 y 15 años, según su biografía oficial.
Esta revelación ha generado sorpresa entre los seguidores de Hello Kity quienes durante décadas han asociado su imagen con la de una “gata humanoid”. A pesar de ello, la popularidad de Hello Kitty no ha disminuido, al contrario, pues con el paso del tiempo sigue haciendo presencia en la vida de niñas, jóvenes y adultas. Sus aventuras en los suburbios de Londres, donde reside con sus padres y su hermana gemela, Mimmy, continúan atrayendo a millones de seguidores en todo el mundo. Lea aquí: Video: ¿Salma Hayek canta? A ritmo de mariachi sorprendió a sus seguidores
Desde cuadernos hasta ropa de cama, la línea de productos de Hello Kitty abarca prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana de una niña, consolidándola como una figura cultural globalmente reconocida.
Así, más allá de ser solo un personaje, Hello Kitty representa un símbolo de amistad y diversión que ha trascendido generaciones y fronteras, dejando una huella imborrable en la infancia de millones de niños y niñas alrededor del mundo.