Haciendo parte de un gran movimiento que marcó la industria musical en Colombia, y llevando una bandera de vivencias, el paisa Lucas Arnau logró forjar un cúmulo de experiencias que en la actualidad se cuentan en años, para ser más exactos, dos décadas que encumbran su carrera.
Ahora, cuando se alista para una nueva promoción, afirma que puede mirar hacia atrás y ver el resultado, al tiempo que se declara como un elemento más en la historia de la música en el país, y que, si bien en sus inicios se enmarcaba en el naciente tropipop, hoy es parte de lo que Colombia tiene para ofrecer en materia artística.
Lucas lleva una historia a cuestas. Hoy contabiliza más de 20 canciones que a lo largo de estos 20 años se han ubicado en el número 1 en la radio nacional e internacional, como también el trabajo realizado con destacados artistas y la presentación en incontables escenarios.
Para sostener lo anterior solo tiene un planteamiento, y es trabajar con responsabilidad, por tanto, cada vez que lanza una canción, el reto se renueva, toda vez que ha sido testigo del cambio en la industria y ha hecho parte del mismo.
Consciente de que él y cada uno de los exponentes del movimiento tropipop están llamados a retornar con las letras que el público reclama, decidió que esos sentimientos se van a consignar en un nuevo álbum para cumplir con el cometido.
De todo un poco
En enero Lucas Arnau lanzó “Hilo rojo”, el tema que supone el primer paso a ese sonido que los fanáticos piden, y allí el paisa da crédito a la labor realizada por su colega Carlos Vives, quien se ha empeñado en reunir ese movimiento de antaño para revivir la nota musical que los identifica, de ese proyecto salió un álbum con los temas más significativos de estos exponentes que se llamó “Master en parranda”.
Los conciertos y presentaciones se sumaron a la propuesta y han sido el determinante para volver, como lo ha indicado Arnau. “La música bonita, con letras cuidadas y el romanticismo a flor de piel, está haciendo falta, por eso me decidí a lanzar ‘Hilo rojo’, y lo más lindo ha sido el recibimiento de todos”, agrega.
Ahora, cuando todo se mide en números y plataformas, la emoción invadió al artista al ver como subía esa curva con esta canción, dándole fuerza para reinventarse y mirar este año más allá de los lanzamientos, toda vez que esas dos décadas recorridas merecen especial atención.
Lucas, afirma que nunca se ha ausentado, siente que el cambio en la forma de hacer música ha influido en su presencia ante el público. “Hoy no vamos tanto a los medios, el mundo y la música en específico, se manejan de forma digital, entonces las redes hacen lo propio y de no estar allí, algunas cosas pasan inadvertidas”, advierte.
En esa aclaración, el paisa también evidencia que una de sus nominaciones a los Premios Grammy estuvo con “Teatro”, un álbum que pocos conocen, que poco sonó en la radio, simplemente él lo colgó en las plataformas digitales y la Academia decidió darle un aval, eso reafirma que nunca ha dejado de crear música, por la sencilla razón de que no sabe hacer nada más.

La industria y sus cambios
Si bien es cierto que los cambios traen desarrollo y se hacen necesarios en todos los aspectos de la vida, en la industria de la música tal vez se ha evidenciado con mayor fuerza. Ante esta evolución, que Arnau ha sido resiliente y se ha amoldado a todos los sucesos que lo envuelven.
“La industria musical ha experimentado un millón de transformaciones, desde cuando se vendían discos, hasta hoy que se venden canciones, un tema que vamos digiriendo con el paso de los años. A mí me tocó esa transición, alcancé a vender los últimos álbumes y luego pasamos a ese limbo que no daba explicaciones, hasta llegar a este proceso donde nos indica que vamos en el camino correcto”, afirma.
Lucas ha regresado, pero justamente lo acompaña “Para quererte tanto”, una canción que de inmediato define como hermosa. Afirma que volver a las metáforas lo llevó inevitablemente a la letra poética para suspirar y sentir alegría, además de exaltar el amor.
“Esta canción evoca mis épocas pasadas, cuando muchos bailaron con mi música, creo que este álbum en general es muy especial, porque llegó en un buen momento de mi vida, con una perspectiva diferente, haciendo música que me llena el corazón y con un gran equipo”, agrega el paisa.
Superado el tiempo que antecedió a este trabajo, donde vivió en medio de la melancolía y se hacía imperioso un encuentro con su interior, donde las pérdidas y la salud mermaron su dinámica, el regreso se marcó con optimismo, porque como afirma, la alegría del corazón se refleja en la música.
Ahora que la música tiene cierta tendencia, Lucas Arnau se define como un camaleón, para quien cada canción proviene de un tubo de ensayo diferente y eso le ha servido para enriquecer su propuesta. Empezó con pop, después pasó al tropical, sin dejar de lado la balada y hasta el reggae, cabe aclarar que pasó de grabar un bolero con Armando Manzanero, a un reggaetón con J Álvarez, dando cuenta de su versatilidad.
Con exigencias a sí mismo, no le ha temido a probar en otros terrenos, no se encasilla, pero definitivamente regresa a la esencia, el tropipop es parte de sus inicios y la apuesta es para recuperar al Lucas Arnau de siempre, ese que sólo sabe hacer música.