Dolores Conchita Figueroa del Rivero fue actriz, bailarina y cantante, y se convirtió en una influyente figura de Broadway tras saltar a la fama en 1957 con su interpretación de Anita en el estreno original de ‘West Side Story’.
Debutó en los famosos teatros de Nueva York en 1952, iniciando una larga carrera que la llevaría a protagonizar éxitos como ‘Chicago’, ‘El beso de la mujer araña’, ‘Nine’, ‘Bye bye Birdie’ y su secuela ‘Bring back Birdie’. Ganó dos premios Tony, considerados los Oscar del teatro, y fue nominada diez veces, más que ningún otro actor o actriz de musicales; además, en 2018 fue distinguida con el Tony honorífico por sus logros vitales. Lea aquí: Diego: el hijo que Gregorio Pernía tuvo con su exempleada doméstica
Está en el selecto club ‘EGOT’, al que se entra con las mayores distinciones del espectáculo en EE.UU.: el Oscar, el Tony, el Grammy y el Emmy; y la lista de galardones incluye la Medalla Presidencial a la Libertad, el más alto honor a un civil.
“Creo que he sido bendecida porque he podido interpretar muchos papeles, y cuando llegó ‘West Side Story’ fue el musical perfecto”, dijo en una entrevista con EFE en 2013, antes de encabezar ese año el Desfile Puertorriqueño de Nueva York. Lea aquí: La respuesta de Andrea Valdiri a quienes la tildaron de “infiel”
Y Rivera, que nunca escondió su sentir latino ni su amor por Puerto Rico, añadió sobre su papel como la puertorriqueña Anita: “Pudimos contar nuestra historia y llamar la atención sobre los problemas que teníamos para esa época”.
De ‘West Side Story’ se llevó algo más: se casó con su compañero de reparto Tony Mordente en 1957, de quien se divorció nueve años después pero con quien tuvo a su única hija, Lisa, que también se dedicó al teatro musical.