La carrera de uno de los actores más queridos y talentosos de los últimos tiempos podría estar llegando a su fin. Se trata de Bill Murray, recordado por sus papeles en Los cazafantasmas, El día de la marmota y Perdidos en Tokio.
Las denuncias de antiguos compañeros de trabajo han empañado una trayectoria sobresaliente en el séptimo arte. Este no ha sido un año benévolo con el comediante nacido en 1950. El 18 de abril, por ejemplo, se anunció la suspensión del rodaje de Being Mortal, el que sería el primer largometraje dirigido por el actor Aziz Ansari y que tenía en su reparto a Seth Rogen, Keke Palmer y Bill Murray. En su momento se filtró la información que la productora de la película tomo la decisión a partir de una investigación interna del comportamiento de Murray. (Bill Murray aparecerá en la nueva versión de Los Cazafantasmas)
Y no se trata de la primera vez que el temperamento de Murray le granjea problemas en los sets de rodaje. En una entrevista en 2019 el actor Richard Dreyfus lo llamó “acosador borracho”. En 2021 la actriz Lucy Liu –compañera de Murray en el filme Los Ángeles de Charlie– relató una fuerte discusión que sostuvo con él por lo que consideró un comportamiento ofensivo de su parte. También Genna Davis y Seth Green afirman haberlo padecido.
Estas afirmaciones y el traumático divorcio entre Murray y Jennifer Butler –en el que hubo denuncias de maltrato e infidelidades– le han puesto encima el rótulo de actor problemático y lo han hecho indeseable para varias productoras.
Por su trabajo Murray ha sido nominado una vez al Óscar en la categoría de mejor actor —por Perdidos en Tokio, de Sofia Coppola—, en cinco ocasiones al Globo de Oro, que ganó por el filme mencionado. Ese título también le concedió el Bafta y el Independent Spirit.