Angélica Blanco Balseiro es más que una cara bonita. Tiene actitud, seguridad, carisma y varios talentos que enumerar. La joven, de 22 años, es la Reina de la Independencia 2021 y además, es biotecnóloga egresada del Sena, estudia un diplomado en Gestión Documental y trabaja en el área de Recursos Humanos en una empresa en Mamonal. Hablamos con ella. Lea aquí: Angélica Blanco, nueva Reina de la Independencia: “Aún no me la creo”.
Ascendencia sabanera
De San Onofre (Sucre) llegaron los padres de Angélica a Cartagena y al poco tiempo nació ella en Nelson Mandela, barrio popular de Cartagena del que reconoce está estigmatizado por ser en repetidas veces escenario de malas noticias. Ella lo sabe, no lo niega. Incluso confesó que en su adolescencia le tocó salir corriendo al final de la jornada escolar porque se enfrentaban las pandillas, pero ahora asegura “han cambiado muchas cosas” y su barrio es una comunidad “resiliente y guerrera”.
La también bailarina de la academia Estrellas de Rawad dedica parte de su tiempo a la danza, su especialidad es la música africana, y recuerda que en años anteriores cuando bailaba en una comparsa en la Batalla de Flores, o Bando del 11 de Noviembre, vislumbraba ese sueño de estar en una carroza como acostumbran hacer las reinas populares para esas festividades.
“Yo le dije a mi mamá: algún día me voy a subir en una carroza, pero no pensé que mi sueño se cumpliría ahora con todo y corona”, dijo la reina emocionada, y agregó: “cuando dijeron que este año no había bando la verdad sí me desmotivé y llegué a pensar que mejor no participaría, pero fue tanta la motivación de mis allegados quienes dijeron que si ganaba tal vez el otro año se daría ese momento, y acepté”.
El sueño de ser reina viene desde niña. Angélica recuerda que su mamá la apoyaba tanto que en el colegio siempre la escogían y en el barrio también. Le puede interesar: Las mejores fotos de Angélica Blanco, la nueva Reina de la Independencia.
Preguntada sobre qué cambiaría de su comunidad, Angie — como le dicen de cariño — contesta que aunque su gente es “echada para adelante”, ellos mismos deben cambiar su forma de pensar, y que si fuera por ella mejoraría el sistema de salud, la educación y la infraestructura, pues dice que “las calles están bastante dañadas” y ya es hora de empezar a vivir dignamente.
Aunque todavía no se tiene una agenda establecida para iniciar su candidatura de la mano de las alcaldías locales y de los cartageneros, Angie ya se siente preparada y espera liderar proyectos sociales para resaltar todo lo bonito que tiene la ciudad.
Por lo pronto, Angélica disfruta de sus premios por ser escogida como la soberana de los cartageneros, entre esos una beca para estudiar Comunicación Social en la Universidad Rafael Núñez. También recibió vestuarios de varios diseñadores, joyas, sesiones de maquillaje, dinero en efectivo, estadía en hoteles, etc.
En próximas ediciones destacaremos el arduo trabajo de las otras cuatro finalistas en representar a sus barrios y en ser las princesas de nuestra ciudad.
