Con la plena convicción de que se puede visitar el cerebro, en una ruta de los sentidos, desde el palpitar del pecho hasta las manos, el conferencista, escritor y líder del Movimiento Inquebrantables, Daniel Habif, busca que el lector aprenda a conocerse un poco más desde la dimensión biológica, psicológica y espiritual, y que a partir de allí pueda identificar y prevenir ciertos miedos, sin tener que llegar a una terapia clínica. Le puede interesar: Las tácticas de Daniel Habif para enfrentar el miedo
Lo anterior sirve de base a su nuevo libro: ‘Las trampas del miedo’, el cual define como educacional e inspiracional, que no pretende sustituir una terapia, sin embargo, tiene ejercicios muy claros y efectivos, además de sustento e investigación.

Portada del libro ‘Las trampas del miedo, de Daniel Habif.//Foto: Cortesía.
Habif comenta que tardó cerca de cuatro años para concretar este libro y toca muchos tópicos, así como pautas para reflexionar. Es un compendio claro y efectivo que va dirigido a todo tipo de público, no martiriza y tampoco es la manida clase de neuroanatomía, ni el tiquete al otro extremo.
A su manera de ver, esta lectura tiene balance y ante todo un aporte al estudio del miedo, toda vez que han pasado siglos desde cuando se empezó a investigar claramente y aunque ya no es un monstruo de mil cabezas, aún cuenta con un velo de misterio muy grande. Su autor refleja satisfacción, toda vez que se trata de una obra bien trabajada.
En el mes de junio, el mexicano presentó una gran conferencia, “Al carajo el miedo”, donde dio a conocer técnicas de liberación emocional, ahora en “Las trampas del miedo”, sugiere regresar las veces que se quiera, por si se requiere un golpe de entusiasmo, reconocer un miedo propio o llegar a la acción valiente de levantar la mano y pedir ayuda.
El enfoque está en el arsenal de herramientas que se pueden usar en diferentes contextos de la vida y esta cambia segundo a segundo, por lo que no será lo mismo leerlo ahora o en diez años, si bien no pierde vigencia, se adapta a la etapa que esté viviendo el lector.
Daniel Habif advierte que inicialmente no tenía pensado escribir un libro, su génesis se fundamenta en una bitácora de lunes a domingo de las intensidades de sus miedos, cuándo aparecían, porqué llegaban y qué hacía cuando todo esto se estaba dando. De las reacciones aprendió a identificar esos miedos y al ser muy visual, empezó a analizar aquello que siente y la causa, lo mismo que la reacción que tuvo al momento. Esa bitácora lo llevó a descubrir muchas cosas, como visitar los sótanos internos o la casa embrujada que se tiene por dentro, donde los gritos quedan escondidos porque la vida exige no detenerse a contemplar aquello que carcome por dentro.
Apasionado por la neurociencia, Habif decide abordar su libro desde ahí, y todo lo ha complementado desde sus estudios de psicología para acercarse claramente al miedo, sumado al aporte que le ha dado el mundo espiritual, tejiendo un triángulo virtuoso para este compendio.
El miedo puede trabajar dos estados muy particulares que se pueden identificar. Uno es el que protege de una amenaza, y la otra sensación es la que advierte que hay algo que interesa, que empuja a ir más allá de las propias competencias, el reto es vivir en ese balance.
Al interrogársele sobre las consecuencias que la era pandémica pueda ejercer sobre las personas, indica que si bien pueden esperar de él respuestas esperanzadoras, cree que el mundo que se gesta será más denso, pero eso no significa que no se pueda trabajar de forma defensiva, porque el ser humano debe empujarse a buscar nuevas herramientas en este mundo mutante con cambios cada vez más rápidos y con miedos colectivos.