De lunes a viernes todos lo conocen como Romario, pero uno que otro día es Valentina Farath. Sus rasgos faciales y los imponentes vestidos que utiliza lo hacen ver como una hermosa mujer.
Valentina es una chica transformista que lleva 5 años vistiéndose así. Cuenta que lo que le llamó la atención de hacerlo es el hecho de poder representar al género femenino de una manera artística y respetuosa.
Desde las 10 de la mañana está en acción, ya sea arreglando cabellos, maquillando o asesorando a otras chicas en temas de belleza. Asegura que ser gay en una sociedad como esta no es nada fácil, pero se levanta todos los días con la frente en alto y lucha por sus sueños.
“La sociedad debe comprender que no somos anormales ni enfermos, somos personas capaces, preparadas, que tenemos voz, pensamientos y sentimientos”, dice Valentina, de 23 años, refiriéndose a los miembros de la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexual).
Actualmente, participa en el Reinado de la Diversidad, por el barrio San José de los Campanos, y quiere darle voz a las personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversa. Para ella, es importante concursar porque es una plataforma para darse a conocer y mostrar las actividades que está realizando en la ciudad.
Afirma que está liderando varios proyectos enfocados a toda la población en general, puesto que quiere aportar su granito de arena en la construcción de una nueva sociedad sin exclusión y discriminación.
“Tengo preparadas distintas actividades como son clases de automaquillaje para las chicas trans de bajos recursos y charlas de prevención de enfermedades. Además, desde hace unos meses estoy como voluntario en la Fundación Amor y Vida, donde trabajo con las personas de la tercera edad y, aparte de eso, recojo juguetes, útiles escolar o alimentos para los niños más necesitados de la ciudad”, indicó.
Hoy en día, Valentina luce la corona de Miss Gay Internacional de Baranoa, Atlántico, titulo que ganó este año en la última edición del certamen, y también participó en Miss Antorcha, en Cartagena, donde quedó como primera princesa.
Ella, quien se describe como una persona trabajadora y emprendedora, resalta que la discriminación es el pan de cada día en nuestra sociedad y por ello busca demostrar que no deben existir condiciones que les impidan desarrollarse en cualquier ámbito.
