“Amén” dice el actor, cantante y compositor caleño Jorge Cárdenas para agradecer que finalizó el año con amor, salud, trabajo y dándole vida a un personaje que lo motiva. Ahora es ‘Moro’ en la telenovela del Canal RCN ‘La traicionera’, un malandro que lo divierte por su dualidad y que lo ha retado como actor por las dos caras que maneja.
Jorge disfruta creando personajes reales. No le importan si son buenos o malos, blancos y negros, simplemente evalúa si le exigen su interpretación. En este molde entra ‘Moro’, un papel que con su acento caleño lo acercó a su natal Valle del Cauca y al amor por la actuación que profesa desde 1995.
El teatro es una cosas que lo enamora, incluso considera que es “lo más cercano a hacer un concierto”, un espacio que le permite evocar su pasión por la música porque pararse en un escenario le da ese excitante contacto directo con el público durante su presentación.
Se ríe al pensar que el ‘Moro’ original, el argentino, fue encarnado por un rubio de ojos azules. Él se aleja de ese prototipo pero no deja de tener un encanto particular que atrae a directores y jefes de casting. Una atracción similar ha causado en colegas como Carolina Sabino, Ángela Vergara y Paola Rey, mujeres con las que estuvo relacionado sentimentalmente en distintos momentos de su vida.
Hace más de tres años, Jorge conquistó con música y con su sonrisa a la bella Ana Lucía Domínguez. Con esta actriz comparte el set de grabación, su vida y proyectos profesionales. Es su esposa, el motor de su vida y la cómplice de las aventuras que emprende.
Después de madurar en su carrera trabajando en proyectos como ‘Las Juanas’, ‘Sobrevivir’, ‘Clase aparte’, ‘La dama de Troya’ y ‘Zona rosa’, sabe que está listo para seguir creciendo en otros espacios. Hace pocos meses hizo teatro en Estados Unidos, experiencia que le agradece en la vida y le abrió las puertas de nuevos mundos.
Preguntas y respuestas
Siempre le han gustado los proyectos diferentes. ¿Qué lo atrajo de ‘La traicionera’?
—Es una telenovela distinta a todas, parece una serie extrajera donde pasan muchas cosas en cada capítulo. La gente ha visto que no es la típica historia donde los protagonistas luchan por su amor. Con humildad lo digo, esta historia está bien contada y mantiene enganchado al público.
¿Cómo ha sido darle vida a ‘Moro’?
— Me enamoro de mis personajes y trato de defenderlos lo más posible. El público es el que decide. ‘Moro’ es quizás el personaje del que más me he enamorado en mi carrera porque tiene los matices de una persona real. No sé si es un tipo bueno o malo y eso pasa en la vida real. La gente no es buena las 24 horas del día ni es buena para todo el mundo.
¿Cómo fue el reencuentro con el acento caleño?
—Esa ha sido la parte fácil de hacer el ‘Moro’. Pude rescatar mis raíces vallecaucanas y allí hallé muchos elementos para construirlo. Lo otro fue más complicado porque ‘Moro’ es un guache, y yo no soy así. No tiene escrúpulos. Gracias a Dios es un personaje convincente.
‘Moro’ ha ido calando en el público como lo hizo con ‘Alcaraván’ en ‘La dama de Troya’...
—Tiene similitud porque ambos son de regiones especiales y personajes llamativos. A diferencia del acento caleño, me costó mucho el llanero. Era un territorio y una idiosincrasia desconocida para mí. Me pegué de la música llanera, y ahora me encanta esa cultura.
Después de varios años en la actuación y de reconstruir una carrera sólida, ¿qué tipo de personajes busca ahora?
—Me enamora los personajes como ‘Alcaraván’ porque son retadores. Para ese personaje me engordé 10 kilos y me tocó aprender a bailar joropo y a tocar cuatro. Tuve que montar a caballo para competir en carreras cuarto de milla y hacer coleo. Esos son los retos que me encantan de mi trabajo. No solamente decir letras y decir cosas medianamente coherentes sino construir personajes que son en realidad personas.
¿Ha disfrutado trabajar junto a su esposa, Ana Lucía Domínguez?
—Estamos felices porque compartimos más tiempo juntos y le estamos apostando a lo mismo. Podemos hasta almorzar y compartir más cosas. Este trabajo a veces te aleja de lo que más quieres: la familia.
¿Qué tan cómplice es de Ana Lucía?
—Mucho. Ella viene de protagonizar una telenovela en Estados Unidos y eso implicó que yo renunciara a un personaje en un proyecto en Colombia, pero valía la pena por estar juntos. Era separarnos casi un año y no lo iba a hacer. Aproveché para grabar mi disco y hacer una temporada de teatro con un concepto diferente.
Hablando de música, después de lanzar el sencillo junto a Jiggy Drama, ¿qué más tiene preparado para el público?
—Lancé la balada ‘Una vez más’ que ha estado rotando por emisoras. Estoy muy enamorado, como siempre, de mi música. Es un trabajo muy difícil pero hay que seguirlo haciendo y seguir creyendo. En febrero lanzaré el álbum con un show y una propuesta nueva.
¿Cómo fue ese experimento con Jiggy Drama?
—Fue un encuentro de dos géneros. Yo hago pop latino y él, género urbano. ‘Tengo’ es una canción con una letra linda para tocar con guitarra y dedicarse a una niña. Invité Jiggy a participar, le dije que hiciera que quiera en la canción y él le puso la parte pícara. Me asusté porque no sabía qué iba a hacer. Me sorprendió porque se acercó más a mi estilo y dijo cosas bonitas y divertidas a su manera.
En ‘La traicionera’ le permitieron mezclar un poco sus facetas de actor y cantante…;
—Sí, hice la canción del cabezote. No sólo la canto sino que la produje. Eso me hizo feliz, me dio otra razón para enamorarme más del proyecto.

