El software cuesta. Requiere tiempo, dinero y recursos que la mayoría de las empresas preferirían ahorrarse para trabajar en sus metas principales. En lugar de desarrollar sus propias plataformas y servicios “en casa”, capacitando personal propio dentro de la misma empresa y limitándose al mismo país, lo más común hoy es delegar ese trabajo. Así, bien podría ser que una empresa de Inglaterra utilice software desarrollado en laboratorios coreanos, especialmente si descubre que aceptarían el trabajo por un monto menor al que exigiría un ingeniero inglés.
Utilidades
Ahora que la pandemia por el COVID-19 ha hecho todavía más necesario rebajar costos por donde sea posible, el outsourcing o tercerización de software se ha vuelto aún más atractivo. Según una encuesta realizada en el 2020 por la firma privada Deloitte, el 70 % de los empresarios recurren al outsourcing por razones financieras (ahorro de costos y demás), mientras que el 40 % citaron la “flexibilidad” (es decir, la capacidad de redistribuir mejor su tiempo) como una de sus principales motivaciones (Puede leer: En pandemia, las empresas aceleraron su transformación digital).
Además de eso, la encuesta reveló que la mayoría de los empresarios prefieren no estar atados a un solo proveedor. Otros beneficios de la tercerización incluyen la agilización en los procesos internos de la compañía y la disminución de los compromisos en la contratación, puesto que los servicios de los empleados solo se necesitarán durante el tiempo que estén desarrollando el software.
Desventajas
Con todo, recurrir a esta práctica no es sinónimo de éxito. Cualquier empresario que desee delegar tendrá que vérselas con posibles barreras culturales y horarias, diferentes estándares de calidad e incluso riesgos de seguridad, ya que desarrollar software a la medida de las necesidades de una compañía requiere de acceso a información que puede ser confidencial (Le puede interesar: Cuatro consejos imprescindibles para proteger la información en pandemia).
Si usted está interesado en el outsourcing, tenga presente que debe conseguir un proveedor de trayectoria y disponer de canales de comunicaciones adecuados, así como de un servicio de almacenamiento en la nube confiable, que le permita estar al tanto de los avances del proyecto. Es más: según los hallazgos de Deloitte, muchos empresarios prefieren no estar ligados a un solo equipo o laboratorio, sino que llegan a acuerdos para tener otras opciones si descubren que los ingenieros no están rindiendo como lo esperaban.