El plástico está presente en muchos aspectos de nuestras vidas. Elementos esenciales para el cuidado de las personas y para la salud, como jeringas, envases de medicamentos, ropa médica y tapabocas, son elaborados a partir de polipropileno. También lo encontramos en nuestros hogares: celulares, televisores, computadores, vehículos, lentes y una infinidad de productos de nuestro día a día, son hechos con plástico.
Es cierto, vivimos en un planeta donde el plástico se hace cada vez más necesario para el confort, la calidad de vida y las innovaciones de las industrias, como carros eléctricos, impresiones 3D, prótesis, entre otras aplicaciones. A su vez, tenemos el reto de aprovechar al máximo este material y hacer que sea cada vez más reutilizable y reciclable. (También te puede interesar: Más de 190 toneladas de residuos plásticos se recuperan gracias a PlastiTON)
Esa es la apuesta con la que el mundo debe estar mucho más en armonía, empezando desde nuestros hogares, pasando por leyes más acordes con su uso y llegando a las grandes industrias que se encargan de procesarlo para que, lejos de contaminar, los desechos plásticos puedan tener otra vida.
Ángela Vargas, jefe de Investigación y Servicios Transversales I+D de Esenttia, empresa colombiana líder en la producción de resinas plásticas, señala que el plástico ha transformado nuestra vida moderna: “Está en las sillas en las que nos sentamos, los dispositivos que usamos y hasta en nuestra ropa. Además, es fundamental en sectores como la medicina, donde los envases, jeringas y tapabocas son indispensables. La versatilidad y durabilidad del plástico lo convierten en un material único”.
Además, destaca aplicaciones menos visibles, como las tuberías o los componentes de vehículos modernos que, al ser más livianos, consumen menos combustible y reducen su impacto ambiental.
Sostenibilidad, el reto de la industria
Hoy, las plantas de producción utilizan tecnología avanzada que minimiza el desperdicio de materia prima y mejora la eficiencia, lo que permite a la industria del plástico alcanzar una alta productividad y reducir su impacto ambiental.
Esenttia, por ejemplo, con una planta en Cartagena, utiliza procesos automatizados que minimizan residuos, recirculan más del 80% del agua utilizada y optimizan recursos.
Frente a ese desafío ambiental de hacer más sostenible a esta industria y mitigar el impacto ambiental, esta misma empresa lidera proyectos de dos tipos de reciclaje de plástico, el mecánico y el químico.
Estos procesos permiten dar una segunda vida a este tipo de materiales usados, transformándolos en nuevos productos, como envases, empaques o cualquier otra aplicación del polipropileno virgen, para el caso del reciclaje químico avanzado. Es decir, eso que desechamos porque creemos que ya no tiene valor, vuelve a tener la posibilidad de tener otra utilidad, sin contaminar y dándole circularidad a su uso.
Una hazaña verdaderamente indispensable en un mundo que busca cada vez más la sostenibilidad. “El reciclaje químico nos permite tratar materiales complejos que el reciclaje mecánico no puede manejar, obteniendo resinas casi equivalentes a las vírgenes, pero con un origen sostenible”, agrega la representante de Esenttia.
Cartagena, epicentro de la industria plástica
Cartagena no solo se destaca por su ubicación estratégica, que facilita la exportación de productos a más de 20 países, sino también por ser un referente industrial que crece con innovación y sostenibilidad.
Esenttia produce más de 570.000 toneladas de productos al año, incluyendo resinas de polipropileno que se distribuyen a nivel nacional e internacional y que contribuyen a productos de la industria automotriz, agroindustrial, línea hogar, salud, textil, entre otros. “La ciudad ha evolucionado como un polo industrial clave. Muchos de nuestros clientes principales, dedicados a la producción de películas y envases, operan desde la zona industrial de Mamonal”, señala Ángela Vargas.
Cabe mencionar que la industria petroquímica, base de la producción plástica, impulsa el desarrollo económico en Colombia. Esenttia y otras compañías del sector generan empleo, innovación y conocimiento desde una perspectiva sostenible, contribuyendo al crecimiento del país. En el caso específico de Cartagena, según la Alcaldía Distrital, el clúster petroquímico-plástico es el primer productor y exportador de productos petroquímicos en Colombia con un 81,5% de las exportaciones y el 72,5% de las importaciones de Bolívar. Además, este clúster representa el 63% del valor agregado de la industria local. “Colombia es el tercer productor de polipropileno en Latinoamérica, con Esenttia como referente en la región. Además, nuestra planta de reciclaje mecánico es la más grande de la región, con capacidad para transformar 15.000 toneladas de plástico al año”, destaca Vargas. (Lea también: Cuando el plástico se convierte en un sueño en Cartagena)
Rompiendo mitos: la educación, la clave
A pesar de su utilidad, existe la necesidad de educar a la sociedad, incluyendo a los gobiernos mismos, sobre su correcto manejo, con la implementación de leyes más acordes con el ambiente. “El plástico no es el enemigo. El problema radica en la falta de conocimiento sobre su disposición y reciclaje. Si logramos separar adecuadamente los residuos desde los hogares, podremos reducir significativamente su impacto ambiental”, añade Vargas.
Las campañas educativas para promover prácticas responsables y fomentar una cultura de reciclaje son fundamentales en este aspecto. Esta labor posiciona a Colombia como líder en circularidad en la región.
Un futuro circular y sostenible
Las compañías del sector cada vez más deben seguir desarrollando tecnologías que permitan transformar residuos plásticos en recursos valiosos, asegurando un impacto positivo. “El plástico es esencial, pero debemos aprender a usarlo responsablemente para aprovechar al máximo sus beneficios”, concluye Vargas.
PRIMORDIAL PARA LA SALUD
El plástico desempeña un papel fundamental en el ámbito médico gracias a su versatilidad, durabilidad y bajo costo, lo que permite fabricar insumos esenciales que salvan vidas y garantizan la seguridad sanitaria.Materiales como el PVC, el polietileno y el polipropileno son utilizados para crear productos indispensables, como jeringas desechables, bolsas de suero, guantes, catéteres y tubos respiratorios, los cuales son clave para prevenir infecciones y facilitar procedimientos médicos. Además, su capacidad para ser moldeado con precisión y esterilizado con facilidad asegura estándares de calidad y eficacia, convirtiéndolo en un recurso insustituible en hospitales y clínicas en todo el mundo.