Si tienes programado un viaje que implique muchas horas de vuelo, debes prepararte para evitar el síndrome del viajero de clase económica, una afección que aumenta el riesgo de padecer trombosis por permanecer sentado un largo período de tiempo en el avión, lo que puede contribuir a la formación de coágulos de sangre en las venas de las piernas, que luego migren a órganos como el cerebro, los pulmones y el corazón.
Aunque en principio, cuando se acunó el término en los años 90, se creía que esta condición solo afectaba a los viajeros de la clase económica o turista, ya se ha comprobado que cualquier tipo de asiento en el avión puede provocarla e incluso también es un riesgo para quienes viajan en carro o buses intermunicipales.
El síndrome del viajero de clase económica, también llamado trombosis del viajero, provoca dificultad en el retorno de la sangre a los miembros inferiores (piernas y pies) por la posición al estar sentado, sobre todo si hay poco espacio entre una silla y otra; y se manifiesta con hinchazón. Le puede interesar: Trombosis: Una de cada 4 personas muere por esta enfermedad.
Factores de riesgo para desarrollar trombosis al viajar
Hay ciertas condiciones que predisponen a padecer de trombosis del viajero, entre ellas:
- Ser adulto mayor de 65 años.
- Sufrir de alguna cardiopatía.
- Sobrepeso u obesidad.
- Haber tenido una cirugía reciente.
- Padecer de alguna condición congénita relacionada con la coagulación.
- Antecedente de trombosis.
- Diagnóstico previo de cáncer.
- Tener venas varices.
- Tomar pastillas anticonceptivas.
- Llevar tratamiento con hormonas.
Acciones para evitar el síndrome del viajero de clase económica
Para evitar padecer del síndrome del viajero de clase económica, es importante tener en cuenta estos cuidados al viajar, sobre todo si se trata de un recorrido de muchas horas:
- Hidratarse durante todo el vuelo.
- Usar medias de compresión para facilitar la circulación sanguínea.
- Si el vuelo contempla escalas, procurar no quedarse sentado en ese tiempo sino aprovechar y caminar.
- Ejercitar las piernas, levántandose de su silla, por lo menos una vez cada hora. Lea también: Cómo evitar y manejar el jet lag: consejos para viajeros.
- Evitar doblar demasiado las piernas, que se queden colgadas o cruzarlas.
- Usar ropa holgada que no impida la circulación de la sangre.
- Hacer ejercicios de contracción y relajación de las piernas, durante el tiempo que permanezca sentado.