Desde hace décadas, las opciones médicas para tratar el cáncer son prácticamente las mismas: radioterapia, cirugía, quimioterapias endovenosas y orales, que se aplican en conjunto o de manera individual, de acuerdo con el tipo y estadio de la enfermedad.
Pero, ¿por qué después de tanto tiempo son tan limitados los tratamientos contra el cáncer? De acuerdo con los expertos, el hecho de que la enfermedad implique múltiples factores y que aún se desconozca su causa exacta, está relacionado con las restricciones al momento de crear alternativas que prevengan su aparición, reduzcan los efectos secundarios de las terapias existentes o garanticen su cura.
Lo anterior no quiere decir que las investigaciones sobre el tratamiento del cáncer estén en pausa. Todo lo contrario, los estudios en los últimos años han permitido caracterizar mejor a la enfermedad, descifrar sus biomarcadores para entender mejor su procesos de evolución, establecer protocolos de tratamientos más efectivos y hasta estimar la incidencia de los casos de cáncer a mediano y largo plazo.
“Antes de 1995, las opciones de tratamiento para los pacientes con cáncer de pulmón eran prácticamente nulas y el 50% de estos fallecían, pero gracias a las investigaciones se ha logrado extender la clasificación de este tipo de cáncer, lo que es esencial para desarrollar las terapias dirigidas para tratarlo”, señala Luis Corrales, director médico del Centro de Investigación y Manejo del Cáncer en Costa Rica.
Tratamiento para el cáncer, una carrera contrarreloj
De acuerdo con las estadísticas del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), adscrito a la Organización Mundial de la Salud, la incidencia del cáncer irá en aumento, tanto que en 25 años se prevé un aumento del 77% en los casos nuevos de la enfermedad, pasando de 20 millones en 2022 a 35 millones de nuevos casos en 2050.
“Estamos enfrentando una carrera contra el tiempo. La nueva apuesta contra el cáncer debe ser la medicina de precisión, usando como apoyo la tecnología para detectar en menor tiempo la enfermedad y su tipo, es decir, ponerle nombre y apellido al cáncer para atacarlo de manera más efectiva”, explica Luis Alberto Suárez, oncólogo clínico y director médico de Oncología para Latinoamérica de Pfizer
Añade que aquellos tipos de cáncer que han logrado ser mejor descifrados tienen mejores opciones terapéuticas: “Por ejemplo, el cáncer de pulmón es el que más drogas tiene disponible y para el cáncer de mama también hay dispuesto un gran arsenal terapéutico”. Le puede interesar: Cáncer de pulmón: no fumadores también pueden padecerlo.
Inmunoterapia, una opción contra el cáncer
En el panorama de los nuevos tratamientos para el cáncer está la inmunoterapia, una opción que de acuerdo con los especialistas está disponible en la mayoría de los países del mundo pero con un uso poco extendido, por los costos que implica.
“La inmunoterapia estimula el sistema inmune del paciente para que este vuelva a atacar al tumor, cuando ya había dejado de hacerlo y provoca que lo destruya o que lo contenga, que no lo deje avanzar. Las respuestas que se han visto en casos de cáncer de pulmón, por ejemplo, son súper interesantes”, indica Suárez.
El oncólogo clínico señala que la inmunoterapia es un tratamiento revolucionario que se investiga desde hace muchos años y que no debería dudarse de su indicación para el tratamiento de primera línea de un paciente con cáncer.
Sin embargo, la inmunoterapia no es una elección ideal para todos los tipos de cáncer, como colorrectal, de páncreas, cerebral agresivo y algunos tipos de sarcomas.
Menos toxicidad en la sangre para los pacientes con cáncer
Otra opción contra el cáncer son los Anticuerpos Monoclonales Conjugados, más conocidos como ACD, por sus siglas en inglés, que combinan un anticuerpo con un fármaco citotóxico, aquellos medicamentos que atacan las células cancerosas y que se emplean en las quimioterapias.

El mecanismo de acción de los ACD es el siguiente: el anticuerpo se une específicamente a las células malignas y solo en ese momento se libera el fármaco citotóxico para eliminarlas, con lo que se reduce significativamente la toxicidad del tratamiento en la sangre y se minimizan los efectos secundarios en células sanas, cosa que no ocurre con la quimioterapia. Su aplicación sería endovenosa. Lea también: Cáncer de mama: exámenes claves para el diagnóstico y tratamiento.
“Esta opción aún está en investigación, hay resultados muy promisorios en fases tempranas pero se deben comprobar todos los datos antes de que esté disponible en el mercado”, anota Luis Alberto Suárez.
Voluntad política y responsabilidad de los pacientes
Los tratamientos disponibles para tratar el cáncer no son el único factor importante para afrontar el aumento de los casos de esta enfermedad, también es fundamental la voluntad política de los Gobiernos para incluir las alternativas de tratamientos más novedosas en los planes de beneficios de salud.
También se requiere del autocuidado y de la responsabilidad de los pacientes para detectar a tiempo el cáncer, con chequeos periódicos y hábitos de vida saludables, que incluyan un dieta equilibrada, ejercicio y se limite el consumo de alcohol y tabaco.