Gafas, lentes de contacto, cirugías láser, tipos de cirugías con lentes intraoculares... hay diferentes maneras y terapias para tratar los defectos de refracción del ojo, pero entre todas, la cirugía refractiva sigue estando rodeada de mitos, al punto de llevar a quienes la necesitan a una especie de temor infundado.
La cirugía refractiva busca la corrección de los defectos de refracción del ojo (que pueden ser miopía, hipermetropía, astigmatismo e incluso la presbicia) y se divide en dos técnicas: Lasik o técnicas de superficie - RK/Lasek- e implante de una lente intraocular.
Carlos Alfonso Rojas, optómetra y magíster en Ciencias de la Visión, quien hace 20 años trabaja en la Clínica Oftalmológica en el área de exámenes especializados, y co-manejo en cirugía refractiva y queratocono, explica que la cirugía refractiva láser sobre la córnea “está dirigida principalmente para pacientes que tienen miopías hasta 6 y 8 dioptrías (unidad de medida que evalúa el poder de refracción de la lente); para hipermétropes, de 5 a 6 máximo y para astigmatismos de 4 hasta 5 dioptrías máximo”.
Cuando el ojo no tiene las suficientes medidas para poder hacer este procedimiento láser, se puede proceder a una cirugía refractiva con lentes internos, dentro del ojo.
La cirugía no se revierte
Pensemos por un momento en los ojos y su función. Desde que despertamos hasta cuando nos acostamos, estos órganos se encargan de asimilar y procesar montones de información sobre el mundo que nos rodea y ni hablar de las veces en que nos trasnochamos y los forzamos a estar abiertos, pese a que necesitan descansar.
Los cambios naturales del ojo, haya o no cirugía, se seguirán presentando, afectando el sistema enfoque / desenfoque del ojo y es por ese motivo, que las personas con cualquier tipo de terapia deben visitar anualmente al especialista.
Las cirugías refractivas, particularmente, son de las opciones que tienen la gran ventaja de mantenerse a través del tiempo. Además, se han vuelto cada año más seguras, ofreciendo mejor calidad de visión y un menor índice de reintervenciones.
“Básicamente, las cirugías refractivas lo que hacen es que cambian o remoldean la forma de la córnea. Eso lo hacen porque hay un láser calibrado destinado exactamente en una capa de la córnea (que es el estroma) y este láser lo que hace es evaporar, ablasionar el tejido del estroma, el cual no se regenera, por lo cual sabemos que la cirugía no se va ‘a regresar’, señaló el experto Carlos Alfonso Rojas.
Los principales cambios en la visión después de este procedimiento, se dan en la primera semana y el punto de estabilización de la cirugía se puede dar en los tres meses siguientes.
"Los estudios han demostrado que tiene gran estabilidad a través del tiempo, por eso cuando ocurren cambios fuera de lo común, se debe ir donde el profesional, pues cada caso es particular. A pesar de que es una cirugía muy popular, cada persona tiene una evolución específica y eso debe ser vigilado”, indicó el optómetra.
Cuando hay cirugías Lasik, PRK/Lasek, normalmente se hacen controles:
- Al día siguiente después de la cirugía.
- Al quinto y séptimo día.
- Al mes
- A los tres meses.
- Al año.
- A los 2 años y posteriormente un control rutinario anualmente.