Todas las empresas tienen un impacto: sobre sus clientes, sobre el medioambiente, sobre las personas que viven su área de influencia o de operaciones y, por supuesto, sobre sus empleados. Entre más grande la compañía, más grandes sus efectos y más fácil apreciarlos.
Como no todos son positivos, las empresas han creado una serie de estrategias encaminadas a minimizar los daños y potenciar los beneficios, estrategias que se conocen con el nombre de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Regularmente, se registran las iniciativas de las corporaciones en beneficio de terceros, pero vale la pena resaltar que la gestión del talento humano también hace parte de la ética empresarial.
El cuidado que una empresa tiene con sus empleados se ve reflejado en el grado de consideración que tiene con la sociedad. Si no tiene formas de manejar crisis, de mantener la salud mental de los individuos, de entender cómo funcionan las dinámicas de una comunidad y cómo se organizan para llegar a metas comunes, entonces le será aun más difícil aplicar planes de contingencia y coordinar esfuerzos con las comunidades externas a su funcionamiento. Le puede interesar: ¿Cómo puede una empresa ser socialmente responsable?
Esto es una línea de ayuda de doble vía, pues no solo reporta beneficios para los empleados, sino también para la corporación: un departamento de Recursos Humanos bien capacitado y fuerte contribuye a mantener a los trabajadores con un buen ánimo e incrementa su productividad; esa misma experiencia les servirá luego para medir el impacto humano de las actividades de la empresa y crear mejores estrategias de RSE. Es, en suma, un círculo que se retroalimenta continuamente.
Teniendo en cuenta lo anterior, las siguientes son algunas buenas prácticas que toda empresa debe tener en cuenta para mantener satisfechos a sus empleados:
1. Salarios justos y horarios de trabajo cómodos que no excedan las horas permitidas por la ley.
2. Afiliaciones a servicios de salud y fondos de pensión tal y como las exige la norma.
3. Integraciones en la oficina (cumpleaños, fechas especiales, aniversarios empresariales y demás).
4. Destacar los logros del personal y siempre darles el crédito como es debido.
5. Fomentar un ambiente de trabajo seguro y sano para todos.
6. Convenios que permitan acceder a beneficios adicionales para los trabajadores y sus familias (por ejemplo, cursos y capacitaciones, parques recreativos o descuentos especiales). Puede leer: Responsabilidad Social: el gran reto de los empresarios en 2020.