A pesar de que en el imaginario colectivo solo los hombres sobresalen en la industria marítima, la realidad es que en esta, más que el género, pesan las capacidades. Esto es lo que opina Diana Osorio Physco, directora de la Academia Entremar y promotora de varias iniciativas para visibilizar el sector, como el fomento del Día de la Marina Mercante y la Ley de Abanderamiento.
“Lo que vale es el conocimiento (...) Las mujeres que hemos logrado ser reconocidas en este sector es porque nos lo ganamos, por nuestras capacidades. No he visto que ninguna escale por ‘favores’”, explica Osorio, quien hace parte de la industria marítima hace 11 años.
La directora de Entremar asegura que desde el inicio de su carrera se sintió bien recibida y sus iniciativas han sido respaldadas, además es testigo de que lo mismo ha ocurrido con otras mujeres. Tiene una amplia visión de la presencia femenina en las actividades relacionadas con el mar, tanto que es capaz de identificar a sus compañeras lideresas entre los 13 subsectores de esta megaindustria.
“Están las abogadas marítimas que son muy ‘tesas’ como Narzly Camargo Becerra, representante de los armadores y Marly Mardini, quien se enfocó en la academia y es directora del Observatorio Marítimo de Unicartagena; otra mujer destacada en el ámbito académico es Bibiana Betín, subdirectora del Centro Internacional Náutico Fluvial y Portuario del Sena (Bolívar)”.

Precisamente en la academia también está el liderazgo de Diana, quien a través de la Fundación Entremares ofrece cursos para la población de la zona insular, con descuentos especiales y para las mujeres, becas del 100 % a fin promover la participación de estas en el sector.
En el ámbito mercante, también están las mujeres quienes se desempeñan como cocineras y hasta oficiales, tanto en embarcaciones colombianas como en aquellas con banderas internacionales; biólogas marinas que han logrado distinciones y en el sector náutico, se destaca el liderazgo de las mujeres, que no solo tripulan sus yates sino que lideran la gestión que requiere el sector desde entidades como Asonáutica.
“Hay dueñas de embarcaciones, que tienen la falda bien amarrada porque manejan la tripulación y hacen negocios. Son respetadas siempre y cuando demuestren liderazgo y conocimientos”, puntualiza Osorio.
Con menos mujeres
En la pesca y el área de pilotos prácticos es menos notoria la participación de mujeres. En el caso de este último se debe, según la entrevistada, a la gran cantidad de tiempo que requieren los ascensos hasta ese nivel.
“Tienen que cumplir ciertos requisitos, como millas de navegación, lo que puede tomar hasta cinco años. Quizá por otras prioridades como la maternidad, las mujeres de la industria se inclinan por las actividades en tierra”. Le puede interesar: Día del Trabajo: Radiografía actual del mercado laboral en Colombia.
Las debilidades que merecen atención
Pese al gran rol de la mujer en las actividades marítimas, es innegable que son minoría en comparación con los hombres. Esto no es una situación exclusiva de Colombia pues, de acuerdo con cifras de la Organización Marítima Internacional (OMI), solo el 1.2% de la fuerza laboral de la gente de mar en el mundo son mujeres.
Para Diana Osorio, este bajo porcentaje de participación, al menos en la industria marítima local, se debe al desconocimiento de los espacios y oportunidades que hay en este sector, lo que además refuerza los mitos alrededor de estas actividades, como que son solo para hombres.
Sin embargo, reconoce que es necesario abordar ciertos asuntos que favorezcan la inserción de más mujeres. “Es importante que hayan aspectos diferenciales, por ejemplo, en cuanto a los camarotes y baños de las embarcaciones, que son diseños estándares, sería ideal un ambiente ajustado a las necesidades de las mujeres”.
La pandemia develó otra falencia en este sentido y es que los productos de higiene íntima no están contemplados en el presupuesto de las necesidades básicas de la tripulación, como el aseo y la comida.
“Durante la cuarentena, cuando nadie podía subir ni bajar de las embarcaciones, a las mujeres se les complicó el acceso a los productos de higiene íntima, nos tocó hacer gestión para cubrir esa necesidad”, comenta Osorio.
Lideresas del cambio
La descarbonización de la industria marítima, que obedece al cumplimiento de la Agenda Sostenible a 2030 se ha convertido en la coyuntura perfecta para incentivar la participación de las mujeres en la toma de decisiones en estas actividades, lo que además se relaciona con el ODS 5: igualdad de género.
Es por ello que la OMI patrocina 30 plazas para que mujeres de todo el mundo participen en el programa SheEO, que las capacita en temas de liderazgo marítimo para que aporten las ideas innovadoras y perspectivas que se requieren en la transición energética.
Desde 1988, la OMI puso en marcha su programa de igualdad de género que incluye estrategias como becas de formación de alta calidad en países en desarrollo. Como parte de esas iniciativas, el 18 de mayo pasado se celebró el primer Día internacional de la mujer en el sector marítimo, que tiene como fin conmemorar la labor de las mujeres de este sector y promover la contratación, permanencia y el empleo sostenido de ellas dentro de esta industria.
La celebración se realizó bajo el lema ‘Formación-visibilidad-reconocimiento: en pro de un entorno laboral libre de obstáculos’ e incluyó un simposio virtual sobre las decisiones claves del sector en manos de las mujeres, un informe sobre su participación en esta megaindustria y campañas en redes sociales. Puede leer: Así afectó el COVID-19 la vida laboral de las mujeres en Cartagena.
¿Te gustaría recibir en tu celular las noticias más importantes del día? Da clic aquí y escríbenos a Whatsapp.
Por cuarto año, la Sociedad Portuaria de Cartagena fue incluida en el ranking ‘Los mejores lugares para trabajar en Colombia para la mujeres 2022’, elaborado por la firma de consultoría Great Place to Work. En esta edición también se incluyó a Contecar.
La firma evalúa las percepciones de las colaboradoras de diversas empresas en cuanto al ambiente laboral, así como las estrategias implementadas desde la gestión humana a favor de las mujeres, entre otros aspectos.