La ilusión de Pedro Gutiérrez Bahoque, gerente de Veolia en Cartagena, es implementar en la ciudad la tecnología de esta multinacional francesa, que es la más grande a nivel mundial en materia de gestión ambiental.
Los más de 25 años de experiencia que tiene Gutiérrez en servicios públicos en la Costa Caribe, le han permitido conocer los problemas de este sector, convirtiéndolo en la persona ideal para desarrolla estrategias que los resuelvan.
“El sueño es traer las iniciativas de Veolia en países europeos como Holanda, donde hay bandas de procesamiento y clasificación de material reciclable y se cuenta con una regulación que obliga a los ciudadanos a separar los residuos desde los hogares, eso es lo que queremos para Cartagena y toda Colombia”, indica.
El gerente de Veolia trabaja en hacer realidad ese sueño. Desarrolla un proyecto piloto en la zona insular de Cartagena, donde la empresa tiene a su cargo el 100 % de la recolección de los residuos. Consiste en aprovechar los desechos en tres parques ambientales.
Explica que en las islas se recolectan 350 toneladas de residuos al mes y de estas, se aprovechan 15 toneladas que corresponde al 4,2 %; mientras que en Cartagena se recicla solo un 3 % de los desechos.
Es decir, en la zona insular hay un mayor aprovechamiento porcentual de los residuos con respecto a la zona continental de Cartagena, a pesar de que en esta última el reciclaje se hace en un trabajo conjunto con otra empresa recolectora, cooperativas de recicladores y recicladores informales.
“Queremos demostrarle a los cartageneros que sí se puede hacer un manejo de los residuos ambientalmente responsable, que genere beneficios a la comunidad”, comenta Pedro Gutiérrez, quien es barranquillero pero afirma sentir un gran aprecio por Cartagena.
De la mano con la comunidad
Este proyecto de Veolia en las islas tiene a la comunidad como aliado principal, pues son los nativos quienes conforman el cuerpo de operarios y quienes transmiten a sus coterráneos el mensaje de gestionar de forma efectiva los desechos.
Para ello, se ofrecen capacitaciones, conversatorios ambientales y se han establecido centros de acopio. El proceso para reciclar incluye una moto eléctrica, que tiene cero impacto sobre el medioambiente y con la que se recolectan los aprovechables; una compactadora que funciona con energía solar y una compostera para los residuos orgánicos, con la que se genera abono, usado por la misma comunidad.
“La idea es replicar este proyecto en Cartagena, pero sé que llevará tiempo. Nos ganamos la confianza de los habitantes de las islas, quienes son escépticos porque no les cumplen las promesas, pero ya han visto los resultados con este proyecto y en el resto de Cartagena también se verán”, asegura Gutiérrez.
Veolia cuenta con una estación de clasificación y aprovechamiento en Mamonal donde se recicla el material recogido de las rutas selectivas, que atienden a conjuntos residenciales y centros comerciales que acuerdan con la empresa la recolección de desechos aprovechables.
Estrategias alternas
Según el gerente de Veolia, además de la falta de una política ambiental, lo que dificulta la gestión adecuada de los desecho en Cartagena es la poca asimilación de la información sobre cómo disponer de estos. “Es común que los ciudadanos no sepan en cuál caneca (de acuerdo con el color) deben arrojar los residuos, es un aspecto que no está asimilado.
“Mi meta personal es lograr que los cartageneros sean capaces de distinguir cómo clasificar los desechos y el primer paso será instalar, en algunos barrios dos canecas: una de aprovechables y otra de no aprovechables, y nosotros haremos la clasificación”.
