Aunque las enfermedades mentales han hecho parte de nuestras vidas desde el inicio mismo de la civilización, situaciones extremas como la violencia y la desigualdad, así como los eventos vividos durante la reciente crisis sanitaria del COVID-19, han destapado una pandemia incluso peor, una que deja ver cómo en las sociedades modernas adolescentes y jóvenes están tratando de vivir con algún tipo de condición que afecta su estado emocional de manera drástica y frecuente, una con la cual deben lidiar en medio de sus estudios para convertirse en profesionales o en lo que ha sido denominado como “personas productivas para la sociedad”.
Sumado a una política deficiente alrededor de la salud mental, uno de los puntos más preocupantes en torno a la condición emocional de los estudiantes, tanto de secundaria como universitarios, es el silencio y los estigmas que se generan alrededor de la conversación de estos temas. Si bien cada condición es personal y única, el poder hablar libremente y con confianza sobre lo que les afecta y genera preocupación, es un primer paso para buscar generar un ambiente mucho más amigable y franco en torno a la educación emocional, especialmente en espacios donde confluyen tantas realidades y formas de pensar. Jóvenes: estos son los beneficios del estiramiento.
Atentos al suicidio
La Procuraduría General de la Nación entregó a finales del 2023 un reporte que refleja el preocupante panorama sobre la situación de salud mental en Colombia. “De acuerdo con cifras suministradas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre enero y julio de 2023 la tasa de suicidios se incrementó en 15,73 % con respecto al mismo periodo de 2022, pasando de 1.564 a 1.810 casos, a raíz de diferentes padecimientos mentales presentes entre la población colombiana”, alerta el informe, el cual también ofrece datos sobre intentos de suicidio atendidos, los cuales sumaron 30.021 casos según cifras del Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública.
El análisis subraya también los diagnósticos más comunes y evidentes actualmente, entre los cuales se encuentran, el trastorno mixto de ansiedad y depresión, la ansiedad no especificada, la ansiedad generalizada, el episodio depresivo moderado, la perturbación de la actividad y la atención, los trastornos de adaptación y la esquizofrenia paranoide. “Nos enfrentamos también a distintas barreras que dificultan el tratamiento oportuno de estas situaciones. Mientras el número de casos crece, el número de especialistas es insuficiente. Colombia cuenta con 2,5 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la tasa de 10 que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, dijo Silvano Gómez Strauch, Viceprocurador General de la Nación.
Cifras de salud mental
Como un grito de auxilio desesperado pueden interpretarse los resultados de una encuesta realizada a fines del año pasado por el Ministerio de Salud y Protección Social en conjunto con el Centro Nacional de Consultoría, en la cual se le preguntó a 3.430 personas, mayores de 18 años y residentes en el territorio nacional, acerca de su percepción de la salud mental. Entre los resultados presentados se resaltan los siguientes hallazgos:
- 66,3 % de los colombianos declara que en algún momento de su vida ha enfrentado algún problema de salud mental.
- El 44,5 % señala que el espacio más propicio para generar problemas de salud mental es “la casa”.
- 70,9 % de la población indica que al momento de acudir a los servicios de medicina y/o enfermería no les preguntan sobre su salud mental.
- Al momento de calificar la atención de salud en el país, son más quienes lo calificaron como “Malo o Muy malo” en un 34,6 %, que quienes lo evalúan como “Bueno o Muy Bueno”, con un 24,8 %. El 40,6 % lo considera regular.
- El 93,7% de los encuestados considera importante que la salud mental esté incluida en el sistema de salud.
- El 42% de la población considera que consultar con el psicólogo o psiquiatra les ayuda a mejorar como personas.
La importancia de hablar
Aunque la definición de salud mental puede adquirir distintos matices, en la encuesta sobresalen tres pilares asociados frecuentemente con ésta: sentirse bien, feliz y en paz consigo mismo (50,8 %); tener buena salud física, comer, dormir, descansar (49,2 %); superar las dificultades y seguir adelante con ganas de vivir (48,5 %). “Evidenciamos, por ejemplo, la importancia de las redes de apoyo y se hicieron visibles trastornos como la ansiedad y la depresión, que, por temor al estigma social, han llevado a muchas personas a sufrir en silencio y a ocultar sus desafíos emocionales hasta que alcanzan un punto crítico, donde la recuperación se vuelve aún más difícil”, agregó Gómez Strauch, evidenciando la necesidad de participar activamente en los casos de salud mental y de generar espacios seguros para que los pacientes puedan expresar sus sensaciones y encuentren refugio en momentos de crisis.
Mientras 6 de cada 10 colombianos declaran que su salud mental es “Muy buena o buena”, un 10 % declara que es “Mala o Muy mala”, y el 30 % considera que su salud mental es regular. Asimismo, la encuesta, que refleja la necesidad de fortalecer los servicios de atención para estas condiciones, deja ver una luz al final del túnel gracias al cambio en la percepción pública que ahora aborda de manera más abierta estos temas, propiciando la creación de estrategias que ofrezcan más herramientas para apoyar emocional y profesionalmente a quien lo necesite, actuando oportunamente antes de que sea demasiado tarde.