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Guia estudiantil

El “BOOM” de las universidades virtuales en Colombia

La pandemia trajo consigo varios cambios en el panorama educativo, siendo el principal de ellos una difusión sin precedentes de la educación a distancia.

El “BOOM” de las universidades virtuales en Colombia

La educación virtual sigue siendo una posibilidad relativamente joven.

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Durante 2020 y 2021, casi todos los trabajos y actividades educativas en el mundo se realizaron de manera remota. 2022 fue el año en que, finalmente, los colegiales y universitarios volvieron a las aulas, una vez que fue disminuyendo el temor al contagio de Covid-19 gracias a las extensas jornadas de vacunación.

Sin embargo, hubo quienes no volvieron a la presencialidad... porque sus estudios se habrían quedado en el ámbito virtual con o sin pandemia; se trata de los estudiantes, profesores y personal administrativo de las universidades en línea.

Estas organizaciones crecieron significativamente durante los confinamientos. Entre 2020 y comienzos de 2021, la más conocida en Colombia, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD), presentó un incremento del 20,6 % en el número de matrículas, lo cual equivale a más de 165 mil estudiantes. (Lea también: Oído Absoluto: La nota que marca genialidad).

Paralelamente, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES), se registraron 789 nuevos programas virtuales tan solo durante el 2020, un incremento del 17 % respecto al 2019. Aunque es posible que su crecimiento se desacelere ahora que la emergencia sanitaria acabó oficialmente, es innegable que la pandemia potenció la educación virtual en Colombia hasta niveles que hasta hace poco parecían lejanos.

Además de lo anterior, es de notar que hay otras señales de que la industria mundial no ha sido ajena a estos cambios. Una encuesta llevada a cabo por la plataforma educativa FutureLearns mostró que la actitud de los gerentes hacia los diplomas en línea estaba cambiando: un 75 % de los más de mil encuestados mostró una actitud positiva ante la posibilidad de contratar una persona con un grado obtenido virtualmente.

El incremento de nuevos programas virtuales en 2020 fue de 17% respecto al 2019.

VENTAJAS

El principal atractivo de los programas virtuales es su mayor accesibilidad: cualquier interesado con una conexión a internet estable puede inscribirse a ellos y conseguir un título que nada tiene que envidiarle a uno conseguido mediante lecciones presenciales (por supuesto, no todas las carreras se prestan para esta modalidad). Hoy día, cualquiera puede cursar carreras, diplomados, maestrías y hasta doctorados con universidades extranjeras sin salir de su país. Para los estudiantes, esto representa un ahorro de costos en traslados e incluso en materiales (puesto que la mayoría de ellos están colgados en las plataformas). Para los administrativos, entretanto, representa un gran ahorro en costos operacionales, pues la planta física se reduce, esencialmente, a los servidores y los sitios donde estos se encuentran ubicados. (Vea además: ChatGPT ¿Amigo o rival?)

DESVENTAJAS

A pesar de todo, los inconvenientes que han acompañado a la educación virtual permanecen: algunos lugares están menos prestos a contratar graduandos con títulos en línea, la experiencia educativa está completamente sujeta al buen funcionamiento de las redes inalámbricas y la energía eléctrica, no todos los estudiantes se desempeñan bien en un ambiente donde tienen compañeros y maestros con los que interactúan directamente y no todos los profesores están bien capacitados para impartir clases de manera efectiva en esta modalidad. La educación virtual sigue siendo una posibilidad relativamente joven y hasta ahora no había tomado una prominencia real. Solo el tiempo dirá si estudiantes, maestros y administrativos son capaces de aprovechar el impulso que la pandemia le ha dado para seguir perfeccionándola.

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