Por definición, las actividades extracurriculares hacen referencia a aquellas que se hacen de manera regular y, aunque no hacen parte de un programa académico o laboral, se asumen con una actitud profesional y se participa con un alto grado de compromiso.
Más que un hobby, son actividades que acompañan a las personas durante toda su vida y van más allá de contratos laborales donde se trabaja a cambio de un beneficio monetario. Además del nivel de esfuerzo y dedicación que demandan, proporcionan también un alto grado de satisfacción personal y engrandecen el desarrollo integral de cada uno.
¿Por qué se deben promover las actividades extracurriculares?
Propiciar su ejercicio es fundamental, mucho más en esta coyuntura donde la pandemia por el COVID-19 ha obligado a las autoridades a imponer restricciones y diferentes medidas para evitar la propagación del coronavirus, por lo cual la práctica de estas actividades que hacen de manera extracurricular se han suspendido. Sin embargo, en medio de la reapertura responsable que cada uno debe implementar para reactivarse en medio de esta “nueva normalidad” se deben encontrar los espacios para retomar estas actividades, obviamente con las nuevas condiciones de bioseguridad y distanciamiento social, las actividades que de seguro se extrañan mucho más.
Ya sea que se pueda adaptar un espacio en su vivienda para llevar a cabo su actividad, o que ya tenga la posibilidad de practicarla de manera presencial, desde las instituciones educativas, e incluso desde el plano empresarial, es necesario impulsar estrategias para fomentar la práctica de experiencias que generen bienestar y le permitan a cada uno incrementar sus habilidades y talentos.
Encontrar el espacio
Así como las personas se han ido adaptando a las nuevas condiciones sociales y sanitarias que ha impuesto la pandemia, del mismo modo se acoplarán rápidamente a las condiciones que les exija cualquier protocolo con tal de poder hacer lo que les apasiona.
Gestionando estrategias que le permitan seguir un cronograma, del mismo modo que lo hace para trabajar o estudiar desde casa, así como adaptando un espacio para adelantar su entrenamiento formal. Igualmente, si su actividad le exige desplazarse para realizarla de manera presencial, procure encontrar horarios que no sean en horas pico y asegúrese de cumplir todas las normas de bioseguridad en estos espacios.
Salud mental y emocional
La realización de actividades extracurriculares va más allá de ser un pasatiempo. No solo se trata de una experiencia enriquecedora que ocupa el “tiempo libre” con el que contamos, sino que son acciones que hacen parte de nuestro propio crecimiento emocional y de nuestro apropiado desarrollo cognitivo (Le puede interesar: Recomendaciones para el correcto uso del tiempo libre de sus hijos).
En estos momentos en que el mundo se ha visto obligado a encerrarse y aislarse socialmente, la interrupción de las actividades que solían hacerse normalmente, y especialmente aquellas que se hacían con mayor pasión que otras, no ha sido fácil de sobrellevar. El poder retomarlas ha sido, sin duda, una luz al final del túnel para muchos que encuentran en estas actividades un escape emocional y una forma de crecimiento personal donde se pueden olvidar por un momento de la zozobra actual.
Oportunidad de emprendimiento
La crisis económica desatada por el coronavirus ha dejado a varias personas sin empleo, ha obligado a muchos a cerrar sus negocios y a otros a aplazar sus estudios; también ha sido la posibilidad para algunos de explotar esos talentos que venían cultivando a través del desarrollo de actividades extracurriculares y convertirlos en herramientas para, no solo sobrevivir durante estos momentos difíciles, sino para potenciarlos y transformarlos en su proyecto de vida.
Pero no necesariamente se deben considerar los beneficios en términos de ganancias financieras, porque finalmente lo que se busca con el desarrollo y fortalecimiento de experiencias de este tipo es el bienestar integral de la persona. De esta manera, es necesario que desde el Gobierno nacional y las empresas privadas se promuevan campañas que fomenten desde la niñez la práctica de actividades culturales, deportivas, científicas, tecnológicas, ambientales, entre muchas otras, que provean a los ciudadanos con actividades que generan inclusión y empoderamiento del talento más preciado en cualquier nación, el humano.
¿Vale la pena impulsarlas?
Tanto en comunidades y escuelas, como en organizaciones sociales y universidades, así como en empresas de cualquier tipo, fomentar la práctica de actividades que promuevan los talentos o simplemente le proporcionen a cada uno un espacio para explorar las otras facetas con las que cuenta, debe hacer parte de una estrategia institucionalizada en la que cada uno pueda contar con una amplia oferta de recursos para aprender y explotar sus capacidades ilimitadas.
Las actividades extracurriculares, en muchos casos, son un complemento de la persona misma. A través de éstas expresan su verdadero sentir y en ellas encuentran un lugar seguro para crecer emocional y socialmente. Ya sea que se puedan realizar desde los hogares o cualquier lugar a través de las distintas plataformas virtuales, o que su práctica demande la presencialidad en un escenario específico, es necesario promocionar su ejercicio y asegurarse de que las autoridades delegadas provean a los colombianos con todas las condiciones que les corresponden para hacerlo. No olvide que si se destaca en la práctica de cualquiera de estas actividades, varias puertas extras se pueden abrir para obtener mejores oportunidades de formación académica y vinculación laboral. (Lea también: Actividades extracurriculares: vitales para la formación integral).