Es habitual que los padres de familia consideren que todo lo relacionado con el aprendizaje y el fomento de la lectura es tarea de los maestros en el colegio, pero no es así.
Si bien es cierto que el interés por los libros puede ser cultivado desde la escuela, el mayor compromiso debe provenir del hogar, ya que para desarrollar el hábito de la lectura en los más pequeños es necesario que los adultos a cargo sean figuras ejemplares, para que ellos puedan visualizar una cultura lectora en el contexto de mayor cercanía.
La licenciada en educación especial con maestría en neuropsicología, Ernestina Villadiego Ricardo, sostiene que ‘‘es primordial tener libros al alcance de los niños, comprar periódicos y establecer momentos en los cuales se comparta en familia la lectura de cuentos, fábulas y diferentes textos que permitan crear en los menores la necesidad de encontrar conocimiento a través del disfrute de la lectura’’.
La construcción de este hábito se considera una ‘‘tarea difícil’’, y esto ocurre cuando no se tienen en cuenta elementos fundamentales que sensibilizan esta práctica a priori. Según lo dicho por Villadiego, ‘‘cuando los niños y las niñas se encuentran en su etapa escolar y tienen deseo por los libros, amor por descubrir el mundo y por aprender a través de la lectura, sus procesos de aprendizaje son más eficientes, porque avanzan a nivel de comprensión, de análisis, de interpretación, y de proposiciones, que también les permiten, en su momento, alcanzar resultados positivos en su rendimiento escolar’’.
Desde temprana edad
En preescolar se trabaja la creatividad a través de imágenes que, posteriormente, se van construyendo con lecturas de textos. Es importante desarrollar y fortalecer en los niños, desde muy temprana edad, algunas bases neuropsicológicas para que no surjan problemas en la lectura o se presente estancamiento y/o fracaso escolar.
‘‘La percepción visual (discriminación de imágenes, figura fondo, del tamaño, de los colores, los detalles, los iguales, los diferentes y encontrar objetos ocultos en un dibujo), le permite a su cerebro la capacidad de saber cómo y dónde están ubicadas las letras, permitiendo así buenos ejercicios oculares’’ aseguró Villadiego.
Las especialista destacó la importancia de la potencialización de la percepción auditiva y la ubicación espacial. ‘‘Los faculta para hacer buenas localizaciones de la ubicación sonora, discriminación de los diferentes sonidos, tanto graves como agudos permitiéndoles crear una memoria auditiva que posteriormente hace que se les facilite aprender los fonemas y asociarlo con el grafema que son las letras y, de manera adyacente, se crea el fortalecimiento de la conciencia fonológica y la ubicación espacial (izquierda - derecha, arriba - abajo, dentro - fuera y el desarrollo de la dominancia lateral), las letras también están acompañadas de esa ubicación, por ejemplo, al observar la letra ‘‘b’’ y ‘‘d’’, están compuestas por un circulo y una línea vertical, ¿qué las diferencia? su posición, una está del lado derecho y la otra del lado izquierdo, para eso es importante la base de la lateralidad, para que los niños posteriormente no tengan ese tipo de confusiones al momento de adquirir la pronunciación y la escritura’’.
Los anteriores son solo algunos de los beneficios de la lectura a temprana edad, por eso no puede faltar en la lista de propósitos familiares de este año motivar a los niños y niñas para que sientan amor e interés por los libros.
Estrategias para fomentar la lectura en casa
- Mantener la motivación constante con actividades lúdicas y palabras que enriquezcan su estado emotivo hacia la experiencia de la lectura.
- Crear rutinas de lectura (antes de dormir o en algún momento específicos del día).
- Escoger un lugar con buena luz y poco ruido que permita contemplar el texto y las imágenes que lo acompañan de forma nítida.
- Marcar los artículos del hogar (electrodomésticos y enseres ) con sus nombres para estimular el deseo de leer. Como variación y para aumentar la complejidad, se pueden crear frases a partir de las palabras señaladas.
- Obsequiarles libros a los niños y niñas teniendo en cuenta el interés y la edad, variando los géneros literarios.
- Mantener la literatura al alcance de los niños y niñas.
- Poner el ejemplo, de esta manera tendremos niños motivados para leer y el trabajo que se desarrolla con el equipo docente de la escuela será significativamente más productivo.
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Literatura infantil recomendada por Sebastián González Saavedra, Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Nacional de Colombia, y mediador de lectura, escritura y oralidad.
De 0 a 6 meses : Vamos a cazar un oso, versión de Michael Rosen con ilustraciones de Helen Oxenbury
De 7 a 12 meses : Siempre te querré, Debie Gliori
De 1 a 2 años : Cuando el elefante camina, de Keiko Kasza.
De 3 a 5 años : Antologías de cuentos de hadas y cuentos de Rafael Pombo; Tan grande como siete osos, editorial Zorro Rojo.
Autores recomendados: Anthony Browne, Zuzy Lee, Jairo Buitrago y Rafael Yockteng, Sebastian Meschenmoser, Shaun Tan.