Con una cuenca que supera los 7 millones de kilómetros, atraviesa ocho países y contiene la selva tropical más importante del mundo, el río Amazonas es un tesoro natural único, además de ser el más extenso y caudaloso del mundo.
Lamentablemente, esa majestuosidad está acompañada de problemas ambientales, principalmente, debido a que ocupa diversos Estados, lo que dificulta el control, gestión y monitoreo de los recursos hídricos y la protección de las comunidades asentadas alrededor del Amazonas.
Colombia, Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, países con porciones en la cuenca amazónica y miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se han unido en un proyecto para responder a los retos que impone el cambio climático en la región.
Para lo anterior, se destinó un presupuesto de 11,7 millones de dólares, provenientes del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FOMAM) y un cofinanciamiento nacional de más de 140 millones de dólares, para emprender acciones durante cuatro años. Le puede interesar: En jaque la seguridad climática del planeta por la destrucción de la Amazonía.
Los problemas a atacar
El dinero presupuestado se invierte en nueve problemas transfronterizos que se priorizaron para avanzar en la protección del Amazonas. Estos son: contaminación de aguas, deforestación, pérdida de la biodiversidad, eventos hidroclimáticos extremos, erosión y sedimentación; cambio de uso del suelo, pérdida de glaciares, grandes obras de infraestructura y la gestión integrada de recursos hídricos insuficiente.
En marzo pasado, Colombia presentó el plan de trabajo de su intervención que contempla tres puntos, enfocados en la sostenibilidad de los recursos hídricos de la cuenca amazónica, a partir de las condiciones que impone el cambio climático.
Las acciones de Colombia incluyen una evaluación hidrogeológica, para el desarrollo de políticas de protección y uso de aguas subterráneas en Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil) “la cual tiene un avance del 74% y se espera finalice en 2023, obteniendo insumos que permitan el desarrollo de lineamientos técnicos en el ámbito binacional”, detalló el Ministerio de Ambiente y Desarrollo.
Asimismo, se contemplan iniciativas en pro de los recursos pesqueros de alto valor socioeconómico en la zona de integración fronteriza de Colombia y Perú y mejorar la calidad del agua, a través de la gestión de la Zona de Transición Amazonas-Orinoco (ZOTAO), que terminaría en 2024, según lo previsto. Puede leer: Brasil: Indígenas son los que más cuidan la selva nativa.