El factor económico y la ausencia de tecnología adecuada sigue siendo la razón por la que muchos gremios justifican su renuencia a implementar materiales amigables con el medioambiente. Otros sectores, entretanto, parecen estar mejor encaminados hacia la adopción de ese modelo de producción e incluso perciben los beneficios que trae, tanto en lo económico como en lo ambiental. Tal es el caso de la construcción, según lo indica la encuesta ‘Estado de la construcción sostenible en Colombia 2021’ realizada el por el Consejo Colombiano de la Construcción Sostenible (CCCS).
El instrumento abarcó a constructores, desarrolladores, diseñadores, consultores, proveedores, fabricantes y operadores. Su objetivo era medir la percepción en torno a los beneficios de la construcción a base de materiales ecológicos, técnicas sostenibles y fuentes alternativas de energía.
Las cifras
En promedio, el 50 % de los encuestados afirmó percibir una disminución apreciable en los costos operativos de los edificios construidos bajo estándares sostenibles comprendidos en certificaciones como LEED y CASA Colombia. Además, el 71 % notó mejoras en la salud de los ocupantes, mientras que el 63 % afirmó que sí apreciaba una disminución en el consumo de energía. En lo que respecta al ahorro de agua, esto lo notó el 47 % de los consultados. Le puede interesar: Edificios verdes: una tendencia mundial que ya está en Cartagena.
El ente sostiene que “una de las ventajas señaladas por los actores de la cadena de valor es la mayor rentabilidad de los proyectos sostenibles. Si bien, este no es uno de los principales beneficios observados, sí es una variable importante al momento de la toma de decisiones”.
En efecto, solo el 17 % y el 14 % reportaron un mayor retorno a su inversión y una mayor rentabilidad, respectivamente, pero el hecho de que al menos algunos lo perciban es señal de que es posible que la industria crezca en esa dirección. Además, la ausencia de un incremento no equivale a que haya pérdidas.
Sobre este último aspecto, el CCCS señala que “en promedio la inversión adicional para lograr la certificación LEED es de 1,42 %. El 69 % de los líderes de proyectos indicó tener una inversión adicional imperceptible o menor al 1 %. El 15 % manifestó que debió aumentar el presupuesto entre el 1 % y el 3 %”. Solo los que implementaron estas medidas tarde en el proceso de construcción manifestaron costos adicionales de entre el 5 % y el 10 %. Puede leer: Viviendas ecosostenibles: materiales y diseños son fundamentales.
Contexto legal
Lo anterior se debe, en gran parte a las leyes y estímulos que se han creado en el país para estimular la adopción de técnicas y materiales verdes en el sector de la construcción. Aquí, el CCCS destaca el papel que han jugado tanto el Gobierno como el sector financiero. En primer lugar, está la Ley 1715 de 2014 creó incentivos para los proyectos que implementaran fuentes de energía renovable, como exenciones arancelarias, de IVA y descuentos de renta y depreciación. Después de esta vino la Resolución 196 de 2020, que creó beneficios similares para los proyectos que integraran medidas de eficiencia energética. Según el CCCS, en el país hay seis proyectos residenciales cobijados por dicha resolución registrados en la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME).
Por el lado de la banca y las compañías de seguros, cabe mencionar que se han creado varias iniciativas de “créditos verdes” y de pólizas para la construcción sostenible, que estimulan el avance de estos proyectos. Dichas ayudas financieras incluyen descuentos en la póliza, acompañamiento, capacitaciones y asesorías sobre el funcionamiento de la misma.
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