Tal vez el constructor no siguió los planos, tal vez el inmueble está sobre un mal terreno, tal vez el antiguo propietario sabía todo eso y decidió dejarle el problema a alguien más, el resultado es el mismo: la vivienda que compró hace unas semanas está cayéndose y usted acaba de darse cuenta.
Por esto, le ofrecemos algunos consejos para que no lo engañen a la hora de comprar casa propia.
Indicios de alerta
Hay desperfectos que hasta una persona sin formación profesional puede reconocer: grietas en los muros o en el techo, desniveles, adoquines levantados, manchas de humedad, tuberías obstruidas o que obstruyen, cableado mal hecho y vigas o columnas que se tuercen. Estas señales dan pie para sospechar que su futuro hogar tiene problemas que no se deben a una simple falta de mantenimiento.
Un vendedor inescrupuloso, pero atento, sabe que estos defectos son fáciles de notar, de manera que “maquillará” la vivienda con algunos arreglos superficiales que engañarán a los compradores. En esos casos, hay un segundo factor que puede ayudarle: la constitución del suelo. Entre más inestable sea el terreno donde la construcción está hecha, más probable será que esta comience a presentar problemas dentro de poco tiempo.
Sospeche de cualquier área de construcción donde el suelo se vea húmedo o poroso.
Si se trata de un inmueble nuevo, es importante informarse sobre las credenciales y permisos de la compañía constructora: asegurarse de que tenga todos sus papeles en regla, de que no haya procesos abiertos contra sus miembros, de que sus planos correspondan con la realidad y de que sea completamente transparente a la hora de proveerle información al comprador.
“Hay compañías que no permiten que los clientes vayan a revisar las obra por sí mismos, sino cuando ya todo está casi terminado y es muy tarde”, advierte el Alejandro Eljaik Salome, ingeniero civil gerente de la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos de Bolívar (SIAB). Por lo tanto, desconfíe de cualquier construcción que le ponga excusas a la hora de mostrar el progreso de su inversión. Eljaik también sugiere “leer a cabalidad los contratos y acumular evidencia fotográfica en caso de que se noten”.
Si bien todos estos consejos sirven para despertar sospechas, lo mejor que usted puede hacer para saber realmente si su vivienda tiene alguna irregularidad es conseguir el criterio de un ingeniero profesional, quien conseguirá los planos, estudiará la documentación y el progreso del inmueble y se encargará de darle su veredicto.
“Dependiendo del tipo de fallas que note, cambiará el tipo de ingeniero al que debe recurrir. Un ingeniero civil sabe de todo un poco, pero para problemas más complejos o específicos, podría necesitar un ingeniero estructural, hidráulico o geotecnista, entre otros”, comenta Jorge Mendoza Diago, expresidente de la SIAB.