Al hacer parte de una sociedad nos enfrentamos a todo tipo de situaciones que pueden derivar en conflictos. Como seres humanos no siempre vamos a estar de acuerdo por eso cobran relevancia los Métodos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC) que permiten a cualquier ciudadano encontrar un camino hacia la mediación de un problema sin necesidad de acudir a los despachos judiciales.
La conciliación y el arbitraje son dos mecanismos de solución de conflictos que permiten resolver diferencias de forma ágil y efectiva. En entrevista con El Universal, el abogado y magíster en contratación estatal, Uriel Ángel Pérez Márquez, los define como “mecanismos alternativos de solución de conflictos (MASC) que se agotan sin la presencia de un juez y buscar resolver las diferencias de forma ágil, oportuna y definitiva”.
El abogado afirma que la conciliación es un arreglo entre las partes a instancia de un tercero (conciliador) que no tiene la potestad de decidir, sino de facilitar y acompañar el proceso. El arbitraje, por su parte, es cuando un particular (puede ser plural, siempre impar) hace las veces de juez transitoriamente y dirime el asunto en derecho, en equidad o técnicamente.
Para Uriel Pérez, la conciliación resulta de especial utilidad en asuntos relacionados con derecho de familia, contratos de arrendamiento o en accidentes de tránsito, sobre todo si no hay lesionados.
Y el arbitraje será útil siempre que se haya pactado en cláusula compromisoria. “Resulta efectivo cuando la magnitud o nivel de complejidad técnica del conflicto - entre multinacionales o en contratos estatales de concesión, por ejemplo- permita resolver el asunto en poco tiempo (6 meses, por regla general) y sin mayores desgastes para las partes” (Pueder leer: Padres que incumplan conciliaciones de Comisaría podrían enfrentarse a multas).
Aunque parezca una obviedad, en materia de conciliación, lo más importante es el ánimo de resolver el conflicto, ya que, como se dijo, el conciliador no puede reemplazar a las partes en esa labor. “Luego hay aspectos adjetivos como la clasificación de conciliable que tenga el asunto, la exigencia de agotamiento de la figura como requisito de procedibilidad para poder acudir ante un juez, entre otros”, apunta el jurista (Puede leer: ¿Necesita un abogado? Así puede ahorrar tiempo y dinero).