Cuando entras en un entorno universitario como estudiante primerizo, se suele tener la costumbre de llevar las emociones y las expectativas a flor de piel, sin tener aterrizadas las ideas sobre lo que realmente puede suceder en un entorno completamente nuevo. Por ende, se convierte en el escenario exacto donde el golpe de realidad puede ser muy abrupto para muchos jóvenes si no cuentan con la orientación adecuada sobre cómo desenvolverse en esta nueva área. Lea: ¿Qué son las profesiones híbridas y por qué estudiarlas?
El primer semestre universitario está lleno de expectativas, miedos y ansiedad.
En muchas ocasiones la presión interna de que este es el comienzo que marcará el rumbo de tu vida profesional; llevar la carga de enorgullecer a tus padres o simplemente el temor de no encajar en un contexto completamente nuevo, todos pasamos por ahí al inicio. La Psicóloga Clínica Fabiola Flórez plantea que, para adaptarnos a un nuevo entorno social como lo es la universidad, debemos tener presente los siguientes consejos que permitirán manejar cada uno de los pensamientos, temores y expectativas que pueden ser piedras de tropiezo para cada paso de crecimiento y adaptación que des en el entorno universitario. Entre ellos, podemos encontrar los siguientes:
1. Baja las expectativas y aprende a disfrutar el proceso
Muchas veces solemos normalizar la idealización y la creación de expectativas hacia un lugar, una persona o algún programa, aunque son pocas las veces que se dialoga sobre cómo afecta esta sutil ilusión disfrazada de inocente esperanza al momento de interactuar por primera vez en un entorno donde podrás encontrarte con personas de diferentes estratos, contextos sociales, cualidades e incluso edades distintas.
En ese sentido, la especialista Flórez propone que es necesario “bajar las altas expectativas que uno tiene sobre sí mismo y concentrarse en aprender, en disfrutar, manteniendo siempre pensamientos de capacidad de uno mismo frente a los nuevos retos”.
2. Aprende a contemplar la crisis con calma
Pensar solamente desde tu óptica en todas las posibilidades de lo que puede suceder al enfrentar los retos y dificultades académicas, combinadas con las personales, puede aumentar la debilidad en tu salud física y mental, permitiendo con mayor facilidad los pensamientos ansiosos y provocando con ellos estrés. Ante esto, Flórez plantea que es necesario permitirse contemplar pensamientos de calma frente a los nuevos retos, identificando que todas las personas que están en ese mismo entorno académico manejan las mismas condiciones y que el mismo miedo que sientes tú lo sienten los demás.
3. El miedo es natural: no estás solo
El miedo, es una emoción universal que se caracteriza por ser una respuesta natural a una amenaza percibida, especialmente cuando no tienes conocimiento o control sobre un área específica. La falta de conocimiento te impide manejar lo que requieres dominar para poder defenderse en tal contexto. Es por eso que, ante una exposición, si no manejas el tema y no lo conoces bien, es más probable que el miedo y la inseguridad te mantengan a la defensiva.
4. Manejar el estrés académico
Otro punto es que es inevitable experimentar el estrés académico, ya que es normal cuando en ti prevalece la responsabilidad de que todo salga bien. Sin embargo, muchas veces, como personas primerizas, es más complejo encontrar métodos para manejar el estrés. Por ende, es necesario, según la psicóloga Fabiola, confrontar los pensamientos de incapacidad frente a un posible fracaso, alimentándose de todas aquellas experiencias en las que identificas que has logrado objetivos académicos. Esto te permitirá enfrentar con evidencias reales de lo capaz que eres, ayudando a que este temor vaya disminuyendo.
Nicoll Canencia Rodríguez, Comunicadora Social
Especial Guía Eu