Dicen que, si escribes en mayúscula sostenida, puedes “comerte” (omitir) las tildes… pero es mentira. Las tildes no pueden ni deben omitirse porque no son un mero lujo, no es que simplemente podamos decidir si va o no: la definen de manera clara las reglas de ortografía, de acuerdo con la intención comunicativa... Y es que poner o quitar una de estas rayitas puede cambiar el uso o significado de una palabra y de una oración. Lee aquí: La historia tras el mito más popular sobre las mayúsculas
La tilde es un signo en forma de rayita, a veces ondulada, que forma parte de algunas letras, como la ñ, y que antiguamente se usaba en algunas abreviaturas”.
Real Academia Española.
Video: Qué viva, con tilde, probablemente, no significa lo que tú crees
Por ejemplo: “¡Qué viva!”, así, con tilde, significa “¡Qué astuta!” y sin tilde se transforma en una frase desiderativa, es decir, que expresa un deseo; por ejemplo: ¡Que viva el amor! ¡Que viva la santa! Lee también: Consejos de redacción: la clave para aprender a tildar de manera adecuada
Desde la Fundación para el Español Urgente, Fundéu, lo explican mejor:
“Si la frase transmite mandato o ruego, es una construcción desiderativa y en estos casos «que» va sin tilde aunque esté entre signos de admiración: ¡Que viva la santa! ¡Que bailen hasta el amanecer!
“En los ejemplos que anteceden, cáptese que se transmite un anhelo o deseo: «[Quiero o queremos] que viva, que bailen…», y esa es la pista para no emplear el acento gráfico.
“Se usa con tilde cuando «que» precede a sustantivos y adjetivos para encarecer o intensificar el sentido de los nombres a los que acompaña: ¡Qué día tan hermoso! ¡Qué lúcido!”.
¿Qué es la tilde diacrítica?
Esa tilde que posamos sobre la palabra “qué” tiene un nombre específico, se llama diacrítica y se encarga, básicamente, de distinguir a las palabras que se escriben prácticamente igual, pero tienen usos y funciones distintas. Lee además: Guasap, influencer, funar, uwu y otras del Observatorio de palabras de la RAE
La Real Academia Española la define así:
“Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que permite diferenciar en la escritura ciertas palabras de igual forma, pero distinto valor, siendo una de ellas tónica y la otra átona. Ese rasgo va normalmente asociado a la pertenencia de cada una de ellas a una categoría gramatical distinta”.
La diacrítica es “especialista” en diferenciar a los monosílabos.
Recordemos que los monosílabos, en general, no se tildan, a menos que se trate de palabras con dos o más significados/usos. Para entenderlo mejor, veamos los siguientes ejemplos de tilde diacrítica que publica la Real Academia Española, RAE, en su página web:
Tú: pronombre personal. Ejemplo: Tú no digas nada.
Tu: posesivo. Ejemplo: ¿Dónde está tu casa?
Él: pronombre personal. Ejemplo: Él lo ha visto todo.
El: artículo. Ejemplo: El cartero ya ha venido.
Mí: pronombre personal. Ejemplos: Hazlo por mí, Solo dependo de mí mismo.
Mi: posesivo. Ejemplo: Olvidé mi sombrero.
Mi: sustantivo (‘nota musical’). Ejemplo: Empieza en mi natural.
Sí: pronombre personal. Ejemplos: Se lo ha reservado para sí… Estaba orgullosa de sí misma.
Sí: adverbio de afirmación. Ejemplo: Sí, lo haré.
Sí: sustantivo (‘aprobación o asentimiento’). Ejemplo: En el referéndum triunfó el sí.
Té: sustantivo (‘planta’ e ‘infusión’). Ejemplo: Desayuno té con leche.
Te: pronombre, con distintos valores. Ejemplo: Ayer no te vi en la reunión.
Te: sustantivo (‘letra’). Ejemplo: Escribió una te mayúscula.
Dé: forma del verbo dar. Ejemplo: Dé gracias a que estoy de buen humor.
De: preposición. Ejemplo: Vienen de lejanos países.
De: sustantivo (‘letra’). Borra esa de.
Sé: forma del verbo ser. Ejemplos: Sé más discreto, por favor.
Sé: forma del verbo saber. Ejemplo: Ya sé qué ha pasado.
Se: pronombre, con distintos valores.. Ejemplos:
¿Se lo has traído?
Luis se preparó la comida.
Solo se han visto una vez.
Siempre se queja por todo.
Su casa se quemó el verano pasado.
Se: indicador de impersonalida. Ejemplos:
Aquí se trabaja mucho.
Se: indicador de pasiva refleja:
Se hacen trajes a medida.
Más: cuantificador (adverbio, determinante o pronombre):
Ana vive más lejos que tú.
Cada vez tiene más canas.
No puedes pedir más.
Más: en diversas construcciones o locuciones:
Es de lo más refinado.
Canta más bien mal.
Estate quieto, tonto, más que tonto.
Más: conjunción con valor de suma o adición:
Seis más cuatro, diez.
Son diez más los invitados.
Más: sustantivo (‘signo matemático’):
Coloca el más entre las cifras.
Más: en la locución conjuntiva más que (‘sino’):
No escucha más que a sus amigos.
Mas: conjunción adversativa equivalente a pero. Ejemplo: Me creyeron, mas solo después de verle.
La tilde en qué, quién, cuándo, dónde, cuál, cuánto, cuán, cómo, adónde
Según la RAE: “Las palabras tónicas qué, cuál, quién, cómo, cuán, cuánto, cuándo, dónde y adónde (y las formas de plural y de femenino que poseen algunas de ellas: cuáles, quiénes, cuánta(s), cuántos) se escriben con tilde diacrítica para diferenciarlas de sus homónimas átonas que, cual, quien, como, cuan, cuanto, cuando, donde y adonde (asimismo con sus femeninos y plurales: cuales, quienes, cuanta(s), cuantos). El carácter tónico o átono de estas formas y su consiguiente escritura con tilde o sin ella dependen de diversos factores, esencialmente de su categoría gramatical, su función sintáctica en el enunciado y algunas características de la estructura oracional de la que forman parte”.
Estas palabras se escriben con tilde cuando tienen valor interrogativo (se usan para hacer preguntas directas o indirectas, por ejemplo: ¿Qué llevaba en la maleta? No entiendo qué es lo que quiere.) o exclamativo (Ejemplos: ¡Qué bueno!, ¡Cuán bello está el día!, ¡Cómo te agradezco que hayas venido!, ¡Cuándo se ha visto cosa igual!, ¡Mira qué fácil!, ¡Que me expliquen cómo y cuándo).
Si quieres aprender más sobre el tema, puedes visitar esta página de la Real Academia Española, donde explican cómo funciona la tilde diacrítica y cuáles son las excepciones a las reglas.