La crisis económica que sacude recientemente al mundo ha suscitado que los gobiernos se preocupen por llegar al fondo del problema. Todas las investigaciones hechas al respecto apuntan como causa principal, la ausencia de una educación financiera en los ciudadanos.
Algo tan sencillo como enseñarle a los niños las operaciones básicas de suma y resta con ejercicios que los hagan pensar en ingresos y gastos cambiaría el rumbo financiero en las nuevas generaciones, aseguran los expertos.
En los jóvenes y adultos, también hay que pensar para salir de la crisis actual. Es indispensable que estos sean alfabetizados financieramente para que aprendan a invertir su dinero y eviten el descalabro financiero.
La importancia de comenzar cuanto antes a ofrecer este aprendizaje en el colegio y en la universidad fue la discusión central de la reciente Conferencia sobre Educación y Alfabetización Financiera realizada en París con el respaldo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Centro de Educación Financiera Global y la Red Internacional para la Educación Financiera. Al encuentro asistieron representantes de 65 países, una muestra de que el asunto tiene acaparada la atención del mundo.
El Universal habló del tema con la ingeniera industrial Beatriz Caviedes Benedetti, asesora financiera de diferentes empresas en Cartagena, quien recomienda que las finanzas sean una asignatura obligada en el currículo estudiantil.
“Educación financiera es tener los conocimientos apropiados para tomar decisiones acertadas a la hora de invertir y gastar”, asegura.
El común de la gente piensa que sólo los expertos saben de finanzas, lo que resulta una apreciación errática porque cualquier persona que se desempeñe en áreas distintas a los números debe tener, al menos, unas bases mínimas para manejar su dinero.
LA APATÍA A LAS MATEMÁTICAS HA HECHO MUCHO DAÑO
La apatía generalizada que sienten los estudiantes hacia las matemáticas ha hecho mucho daño a la economía mundial porque tiene raíces profundas que se asientan en la emoción de los individuos y lo peor es que es una percepción que se ha legado de generación en generación.
“Es importante cortar esta cadena y una manera de hacerlo es enseñarle a los alumnos, desde niños, la eficacia de los números para alcanzar metas concretas en la vida. Para ello se necesita una metodología distinta a la que se ha usado tradicionalmente en las aulas de clase. Es muy fácil si desde chiquitos se les enseña con ejemplos reales. Ya algunos colegios han empezado el camino, pero hace falta que muchas más instituciones se sumen”, afirma Caviedes.
La experta propone que antes de enseñarle a un niño que 50 menos 20 es 30, se le debería enseñar que si paga con un billete de 50 pesos un chocolate que cuesta 20 pesos debe recibir de vuelto 30 pesos.
La clave está en que los ejercicios sean dirigidos a crear una cultura financiera.
Es más eficiente hacer que un estudiante reflexione sobre cuántas cuotas debe pagar si hace un préstamo a 15 años para comprar una casa en 100 millones de pesos y mucho mejor aún si al ejercicio se le adiciona la reflexión sobre en cuánto se recorta mensualmente su salario de un millón de pesos, mientras cumple con la obligación.
El estudiante va a hacer las mismas divisiones y la misma resta que haría en un ejercicio tradicional, la diferencia es que con este se le va creando una visión aplicada de las matemáticas, más aterrizadas a la realidad y además, se le va familiarizando con el lenguaje financiero.
“Obvio que es importante saber cómo hacer las operaciones, pero la metodología debe ser más cercana a la vida. Los muchachos de los primeros años de bachillerato están en capacidad de resolver un problema como estos, pero se lo tienen que plantear. Las finanzas deben ser una materia obligatoria en los últimos años de colegio, pero desde la primaria deben integrarse al área de matemáticas”, asevera Beatriz Caviedes.
QUÉ SE DEBE SABER SOBRE FINANZAS
En la alfabetización financiera hay dos puntos que deben tenerse en cuenta. Una cosa son los números, las matemáticas y finanzas en general y otra, es una educación racional en invertir de acuerdo a la economía que se tiene. La gente debe concientizarse que no debe gastar más de lo que gana.
“Eso suena sencillo, pero la facilidad de los créditos le da acceso a las personas a diferentes maneras de ganar un dinero por un tiempo. El error está cuándo no se hacen los cálculos correctos y se adquiere la deuda sin sacar cuentas para saber si esa inversión nos va a producir más ganancias que gastos”, explica Caviedes.
La Asesora Financiera expresa que muchos de los problemas financieros ocurren porque las personas quieren vivir como si ganarán más de lo que realmente ganan. “Es una educación que viene de casa. Mucha gente acostumbra a querer tener lo que tiene el vecino aunque no se gane lo que gane el vecino. Es necesario una enseñanza de autocontrol”, dice Caviedes.
Para hacer una buena inversión se debe tener claridad sobre todas las alternativas financieras que hay en el mercado y evaluarlas, compararlas entre sí. Antes de hacer un crédito se debe conocer cuál es la mejor tasa que ofrecen los bancos y si está en términos nominales o efectivos.
La gente debe visualizar su proyecto de vida hacia el futuro y organizarse financieramente para lograr lo que quiere, saber a qué profesionales pedir asesoría para tomar buenas decisiones.
Quien toma un crédito debe estar consciente que es una deuda que tiene que pagar por lo que es importante que esté en capacidad económica de hacerlo.
