La piña fresca colombiana acaba de conseguir un nuevo destino: Brasil. El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) anunció que el gigante suramericano aprobó la admisibilidad de este producto, un hecho histórico para el sector agropecuario que marca el inicio de nuevas oportunidades comerciales en uno de los mercados más grandes de América Latina.
Este avance es el resultado de un proceso técnico que comenzó en 2018, liderado por el ICA con el apoyo de los ministerios de Agricultura, Comercio, Industria y Turismo, y del sector productor.
Durante estos años, los equipos técnicos intercambiaron información científica, realizaron estudios de riesgo, visitas de verificación y ajustaron los protocolos fitosanitarios hasta garantizar que la piña colombiana cumpliera con los exigentes estándares de calidad e inocuidad de Brasil.
Acuerdos comerciales entre Colombia y Brasil
El anuncio se formalizó en una reunión entre la gerente general del ICA, Paula Andrea Cepeda, y el secretario de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura de Brasil (MAPA), Luís Rua.
En el encuentro se acordó una hoja de ruta para fortalecer el intercambio de productos agropecuarios entre ambos países. Lea: Las nuevas oportunidades para el agro colombiano en el Medio Oriente

“Hoy concretamos resultados tanto para Colombia como para Brasil en materia de admisibilidades. Nuestros productores están listos para llevar a cabo esta relación comercial, que nos alegra anunciar, porque la piña colombiana llega ahora a conquistar los paladares brasileños”, afirmó Cepeda.
Por su parte, el secretario Rua destacó que la reunión dejó avances importantes: además de la admisibilidad de la piña colombiana y la actualización de los requisitos para exportar material de propagación de clavel, también se modernizaron los protocolos sanitarios para las harinas de origen animal que ingresan a Brasil.
La piña se convierte así en el primer resultado concreto de esta cooperación bilateral. Cinco empresas colombianas, entre ellas productores del Valle del Cauca y del Urabá antioqueño, ya manifestaron su interés en exportar. Con ello, se abre una oportunidad clave para dinamizar el empleo rural, fortalecer la competitividad y consolidar el crecimiento del agro colombiano en el mercado internacional.

