Colombia es el cuarto productor mundial de aceite de palma y el primero en América. En la actualidad tiene más de 609 mil hectáreas cultivadas en palma de aceite, de las cuales el 84% está en producción y el resto en desarrollo. En el último año la producción del sector palmicultor representó $7,6 billones para los más de 8 mil productores.
En el 53° Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite celebrado en Cali (del 11 al 13 de junio), el presidente de la Junta Directiva de Fedepalma, Carlos José Murgas Dávila, identificó los desafíos, oportunidades, fortalezas y amenazas del sector. (Lea aquí: Combustibles líquidos: Cartagena, estratégica para el abastecimiento).
En los próximos 15 años, el mundo requeriría más de 100 millones de toneladas de aceites vegetales adicionales”:
Carlos José Murgas Dávila, presidente de la Junta Directiva de Fedepalma.
Para el dirigente estas son las oportunidades para la palmicultura colombiana:
1- La demanda mundial de aceites y grasas en 2040: La demanda mundial de aceites y grasas continúa creciendo. En los años 90´s oscilaba alrededor de 80 millones de toneladas y cerró el 2024 con 261 millones de toneladas. La demanda se multiplicó más de 3 veces en 30 años.
Según las proyecciones de Global Data respecto de la canasta de aceites vegetales, los consumos para usos alimenticios entre 2025 y 2040 aumentarán 64 millones de toneladas; en biocombustibles, jalonados por el Combustible Sostenible de Aviación, SAF, crecerán 32 millones de toneladas, y en otros usos industriales 8 millones de toneladas. Esto quiere decir que, en los próximos 15 años, el mundo requeriría más de 100 millones de toneladas de aceites vegetales adicionales.
2- La transición energética y los biocombustibles: La transición energética global y la meta de cero emisiones netas para 2050, han colocado al combustible sostenible de aviación (SAF) en el centro de la agenda internacional. Se proyecta que la demanda global de SAF supere los 500 millones de toneladas en el 2050. Murgas propone avanzar en una estrategia nacional de SAF que articule al sector palmero con los ministerios de Minas, Ambiente y Transporte, y que nos permita atraer inversión, desarrollar infraestructura, y consolidar alianzas públicoprivadas. Las otras oportunidades son: Potencial agrícola y las tierras aptas para el cultivo, La calidad del aceite y la diversificación industrial, El potencial de la palma de aceite para la sustitución de cultivos ilícitos y Los biocombustibles de nueva generación.
3-Potencial agrícola y las tierras aptas para el cultivo: Según estudios de la UPRA, Colombia cuenta con más de 5,2 millones de hectáreas con alta aptitud para el cultivo de la palma de aceite, y otras 10,8 millones con aptitud media, sin deforestar o afectar áreas protegidas. Esto nos posiciona como un proveedor confiable de aceite sostenible para un mundo que exige trazabilidad, responsabilidad ambiental y desarrollo rural inclusivo.
4- La calidad del aceite y la diversificación industrial: Mejorar la calidad del aceite colombiano representa una oportunidad estratégica para acceder a nuevos mercados, diversificar usos industriales, y aumentar el valor agregado del producto. Aceites con menor acidez, mayor estabilidad oxidativa, y fracciones especiales, pueden acceder a mercados premium en Europa, Asia y América del Norte.
5- El potencial de la palma de aceite para la sustitución de cultivos ilícitos: La expansión de los cultivos ilícitos en el país se ha convertido en uno de los factores de desestabilización y, por ende, generador de la violencia. En este contexto, la palma de aceite se ha consolidado como una verdadera alternativa licita para la sustitución de cultivos ilícitos, con rentabilidad, adaptabilidad agrícola, ecológica y cultural para el pequeño agricultor colombiano.
6- Los biocombustibles de nueva generación: Colombia tiene una oportunidad estratégica para posicionarse como líder en la producción de biocombustibles de nueva generación, especialmente SAF y combustibles marítimos, a partir del aceite de palma sustentable.
Las amenazas para la palmicultura colombiana
1. Inseguridad: La primera amenaza que enfrenta el sector son los problemas de orden público y la extorsión, especialmente en municipios palmeros de Norte de Santander, Meta, sur de Bolívar y la zona de Tumaco, entre otros.
2. La legalidad de la tierras y seguridad jurídica: La informalidad, los conflictos por tenencia, la superposición de títulos, y la ocupación de territorios colectivos, dificultan la expansión sostenible del cultivo y ponen en riesgo la trazabilidad ante los mercados internacionales.
3. Créditos: Las colocaciones de crédito han crecido anualmente un 17%, alcanzando un total de $2,4 billones al cierre de 2024. El sector es el quinto con mayor valor de colocaciones, sin embargo, la composición de la cartera se concentra en un 70% en créditos de capital de trabajo.
Los recursos de inversión destinados para nuevas siembras o renovaciones, la infraestructura y adecuación de tierras, entre otros, supone tan sólo un 18%, lo cual nos presenta un desafío importante en términos de acceder a créditos en las condiciones adecuadas para las renovaciones y los nuevos proyectos palmeros.
4. Cambio climático: El aumento de temperaturas extremas, las sequías prolongadas, los excesos de lluvia y
los eventos como El Niño y La Niña afectan directamente la productividad, infraestructura y sanidad vegetal. Se requiere entonces una agricultura climáticamente inteligente, con variedades resistentes, sistemas de alerta temprana, y planificación territorial.
Las fortalezas y debilidades
Fortalezas:
- Tener un cultivo sembrado en áreas no deforestadas.
- La posición estratégica del país y la expansión ordenada de la industria.
- Una sólida institucionalidad gremial y una cadena consolidada son el mayor activo del sector.
Debilidades:
- Mano de obra y relevo generacional.
- Productividad para la competitividad.
- La necesidad de renovar los cultivos y fortalecer la cultura asociativa.
- Las malas prácticas comerciales. (Lea aquí: Petromil proyecta ampliar planta de Cartagena y va por energías limpias).