La inseguridad está “sembrada” en el campo colombiano, alerta Fedearroz

En el campo colombiano la inseguridad abunda como el arroz. Diferentes gremios agropecuarios del país han expresado su preocupación por el resurgimiento delincuencial en la ruralidad, y el sector arrocero, agremiado en Fedearroz, que esta semana celebró en Bogotá su 39 Congreso, no escapa a este flagelo.

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Redacción Economía

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“A nosotros nos tiene muy preocupados la inseguridad en el campo. Se está volviendo casi que imposible trabajar en el campo. El tema de la extorsión y el boleteo es insostenible, ya no se puede ir a las fincas y para poder ir hay que pagar y esto empieza a causar problemas en el desempeño de los productores. Cuando se trabaja en un nivel de amenazas como, este nadie está tranquilo,” le dijo a El Universal el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano. (Lea aquí: La productividad laboral anima el debate del salario mínimo para 2025).

Advirtió que “si bien la situación es generalizada, hay regiones como Tolima donde la situación es gravísima. Igual en el Meta, Casanare, Arauca... en todos los Llanos la situación de inseguridad es muy complicada”.

“La agricultura y la ganadería no se salvan en ninguna parte. Es muy raro el sitio donde no se haya presentado la inseguridad y la preocupación es que estas bandas siguen apoderándose del territorio nacional y uno no sabe a quién hacerle caso, porque hay una falta de eficiencia en el control de esto, no hay una política clara de seguridad por parte del Estado. Yo pienso que con unas Fuerzas Militares desmotivadas, que no tienen suficiente presupuesto y suficiente atención por parte del Gobierno Central, es muy difícil que se controle esto. Hay mucha incertidumbre y mucha preocupación entre los productores”, explica el dirigente arrocero.

Asegura que las autoridades tienen denuncias formales de algunos de estos hechos, pese a que existe el temor a denunciar. “La situación del orden público es muy complicada, pero los agricultores siguen yendo al campo, allí está la actividad que ellos saben hacer y de lo que viven”, concluyó.

Fedearroz también le insistió al Ministerio de Agricultura sobre la necesidad de retomar el incentivo al almacenamiento del arroz. En ese sentido, Hernández recordó que la anterior ministra del ramo, Jhenifer Mojica, “de una forma equivocada, partiendo de lo que ella consideraba que era el objetivo del incentivo, que ella decía que era conseguir la competitividad, no. La competitividad se consigue con investigación, transferencia de tecnología y con infraestructura”.

El 70% del área de arroz se siembra en secano y este tiene que sembrarse entre marzo y abril y recolectarse entre agosto y septiembre. Ello genera un excedente temporal que se genera en esos dos últimos meses y el objetivo del incentivo era reemplazar lo que hacia el Idema (Instituto de Mercadeo Agropecuario, ya desaparecido), que acopiaba los excedentes temporales y los usaba en el primer semestre del año donde el arroz es de mucho menor oferta y a veces deficitario. El incentivo variaba entre 30 mil y 70 mil millones de pesos, pero garantizaba la seguridad alimentaria del país y evitar que una sobreoferta deprima los precios de los productores, según señaló el dirigente. (Lea aquí: Satena retoma vuelos entre Medellín y Mompox, a partir del 18 de diciembre).