En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, COP16, que se realiza por estos días en Colombia, la empresa Promigas, en alianza con la Fundación Cataruben, lanzó desde Cartagena el proyecto ‘Co₂rozo’, con el cual busca proteger más de 105 mil hectáreas de bosque seco tropical y humedales en el Caribe colombiano.
Los departamentos que se impactarán con esta iniciativa son Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira, Magdalena y Sucre. De igual forma, se beneficiarán Antioquia y Santander.
Se trata de la primera iniciativa privada de conservación a gran escala en la región, que vinculará a los propietarios de los predios donde se encuentran estos ecosistemas. El objetivo es evitar la emisión a la atmósfera de 3,5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO₂) en los próximos 20 años.
Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas, manifestó que esto permitirá que los propietarios se conviertan en prestadores de servicios ecosistémicos mediante la protección de la biodiversidad, por lo cual también recibirán incentivos económicos.
“Este es un proyecto en el que se invertirán 1,5 millones de dólares conjuntamente entre Promigas con el apoyo de Cataruben y que buscamos poder materializar a la mayor brevedad. Esta iniciativa refleja nuestro compromiso por impulsar un desarrollo sostenible que va mucho más allá de las actividades en el ámbito energético que hace Promigas”, expresó.
En el proyecto también se beneficiarán municipios que hacen parte de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que en Bolívar serán Cantagallo, Montecristo y San Pablo.
Las acciones
Las actividades para la conservación incluyen el monitoreo de la biodiversidad y el fortalecimiento de la gobernanza local.
María Fernanda Wilches, gerente general de la Fundación Cataruben indicó que se establecerán planes de acción para cada predio con el fin de evitar la deforestación de los bosques, su degradación y el cambio de cobertura de los humedales.
“Este proyecto tiene un pilar y es la comunidad, porque todos estamos involucrados: el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y los propietarios de los predios que quieran conservar. Nos sentaremos con ellos para establecer qué áreas van a quedar en conservación pura, las que tendrán producción sostenible y las que serán restauradas”, explicó.
En este sentido, Diego Pérez, vicepresidente de Soluciones Energéticas de Promigas, resaltó que la iniciativa busca que los propietarios de los predios puedan lograr un desarrollo sostenible en sus tierras.
“Buscamos conservación y reforestación pero sin competir con las actividades productivas. No se trata de desplazar sino de optimizar”, puntualizó.