Las quemas programadas de las áreas dedicadas al cultivo de caña de azúcar en Colombia, que solo se hacen en el 20% de las hectáreas cultivables de ese producto, serán cosa del pasado en cinco años.
Este procedimiento, que data de la década de los 70, se estableció como una actividad de precosecha, con tecnología e información climatológica y meteorológica para decidir el momento oportuno de hacerlas. Según la Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar (Asocaña) hasta ahora se hacían “cumpliendo las normas ambientales para reducir el riesgo de afectar a comunidades vecinas y a los recursos naturales”. Lea también: ‘Corazón de Caña’: estrategia más allá del azúcar
Aún así, la decisión fue tomada en conjunto con todos los actores de la industria cañicultora, incluidos los 12 sindicatos de trabajadores del sector, que involucran a cerca de 4 mil corteros de caña, que reciben su sustento de esa actividad.
Claudia Calero, directora de Asocaña, hizo el anuncio el pasado 17 de octubre en Cali. “Migrar de eliminar la quema al corte mecanizado implicará que estos corteros pasen a otros oficios o se les encuentren otras alternativas laborales. Esto no se podrá hacer de un momento a otro, por lo tanto tenemos la necesidad de hacer una transición hacia una reconversión laboral sostenible. Eso es lo que estamos comprometiéndonos en hacer, una reconversión laboral sostenible y más limpia con el medio ambiente”, precisó la dirigente.

Añadió que, al momento de tomar esta decisión, el 80% del área cultivable ya no se quema, solo en el 20% se hacen quemas de forma programada, que son alrededor de 35 mil a 40 mil hectáreas.
Los beneficios de esta decisión tienen que ver con la conservación de la biodiversidad, mejorar la calidad del agua, contribuir a la adaptación climática y potenciar los servicios ecosistémicos.
La voz de los corteros
Jhonson Torres Ortiz, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Agroindustria, destacó: “Venimos trabajando de manera conjunta y discutiendo todo esto, porque la parte del corte de caña está incluida en las convenciones colectivas, con garantías para los compañeros corteros. Tenemos que garantizar que en esa transición laboral se busquen nuevos empleos y haya capacitación técnica y tecnológica para que los corteros aprendan a manejar tractores, hacer guardavías u otras labores y que las personas que tengan mucha edad puedan tener una jubilación. El criterio es que no se desmejoren los ingresos de los compañeros”.
Autopista de la Biodiversidad
Asocaña también hizo un segundo aviso que tiene que ver con la creación de la ‘Autopista de la Biodiversidad de la Caña de Azúcar’ que tiene una extensión de 890 kilómetros, entre el río Palo, en el Cauca, hasta el río Risaralda, en Caldas. Ello permitirá interconectar 13 ríos tributarios del río Cauca y 80 humedales. Uno de los objetivos es sembrar 1 millón de árboles nativos en ese corredor, que tiene 160 especies de árboles nativos y más de 640 especies de fauna, entre aves, mamíferos, reptiles, insectos y anfibios.
Este corredor, según Asocaña, busca promover “la conservación de la fauna y su movilidad entre los ecosistemas a lo largo del valle geográfico del río Cauca”.
Para la creación de esta autopista, la agroindustria de la caña tiene 12 ingenios azucareros y más de 900 cultivadores, que trabajan de la mano con organizaciones comunitarias y el acompañamiento técnico de las autoridades ambientales y del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar.
Las cifras del sector
Esta agroindustria tiene hoy 238 mil hectáreas sembradas con caña de azúcar en cinco departamentos y 51 municipios.
“La agroindustria genera 288 mil empleos directos e indirectos. 6 de cada 10 personas en el valle geográfico del río Cauca dependen de ella”, explicó Calero.
La producción anual es de 2,1 millones de toneladas de azúcar, 346 mil litros de etanol y 1.600 megavatios de energía limpia a partir del bagazo de la caña, que se va al Sistema Interconectado Nacional.
Las exportaciones son a más de 50 países y generan más divisas al país. Se exportan cerca de 650 mil toneladas de azúcar, que representan cerca del 30% de la producción nacional.