En el marco del Congreso Nacional de Hotelería organizado por Cotelco, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, se refirió a los principales desafíos económicos que enfrenta Colombia, haciendo un repaso de las recesiones que ha vivido el país, el comportamiento del crecimiento económico y las medidas adoptadas para controlar la inflación.
De acuerdo con las proyecciones del ministro, la inflación en Colombia podría cerrar 2024 en 5,3%, acercándose cada vez más a la meta establecida por el Banco de la República. Sin embargo, Bonilla enfatizó que este proceso requiere un ajuste paralelo en la política monetaria, señalando que “la solicitud para el Emisor es que siga con la reducción de las tasas de interés”. Lea: ANDI pide al Gobierno recortar el gasto y cuestiona la reforma laboral
Otro de los puntos clave de la intervención de Bonilla fue el análisis de la inflación en Colombia, que alcanzó niveles de dos dígitos después de más de dos décadas. El ministro explicó que en 2021, la inflación estaba controlada por debajo del 2%, y el Banco de la República mantenía una tasa de interés del 1,75%. Sin embargo, con la reactivación económica post-pandemia, la oferta no pudo responder con la misma rapidez que la demanda, lo que resultó en un aumento de precios generalizado.
“Cuando comienza a crecer y se alimenta la demanda sin respuesta en la oferta, los precios comenzaron a crecer”, afirmó Bonilla, aludiendo a la falta de sincronización entre ambos factores.

En cuanto a las medidas adoptadas para enfrentar la inflación, el ministro explicó que uno de los puntos críticos ha sido el ajuste en los precios de los combustibles. Bonilla subrayó que, aunque el control de la inflación es prioritario, “no se le puede inyectar combustible para que vuelva a crecer”. Le puede interesar: Comienzan las apuestas por el alza del salario mínimo en 2025
En este sentido, justificó los incrementos en el precio de la gasolina, argumentando que si no se hubieran realizado estos ajustes, “la inflación estaría en 3,9%”, en lugar del 5,81% que se reporta actualmente.Recesiones históricas en Colombia.
Bonilla también mencionó que el 40% de la gasolina consumida en el país es importada, lo que ha complicado la estabilidad de los precios internos. Respecto al diésel, indicó que aunque su precio no se había tocado hasta septiembre, los recientes incrementos generaron malestar entre los transportadores, lo que derivó en un paro que duró cuatro días y que, pese a ello, no logró frenar la tendencia a la baja en la inflación.
Momentos económicos históricos en el país
El ministro Bonilla recordó las tres recesiones más significativas en la historia económica de Colombia. Señaló que la primera ocurrió entre 1928 y 1929, manifestando que fue “profunda pero obedeció a circunstancias internacionales”. Esta recesión se dio en el marco de la Gran Depresión mundial, un episodio que afectó gravemente a las economías latinoamericanas, incluyendo la colombiana, que vio paralizados sectores clave como el comercio exterior.
También mencionó la recesión de finales del siglo XX, durante 1998 y 1999, una crisis económica que llevó a Colombia a enfrentar una inflación de dos dígitos, una situación que el país no había vuelto a ver hasta la crisis inflacionaria de los últimos años. Lea también: Indicador de Seguimiento a la Economía: así fue el rendimiento en agosto
El Pacto por el Crédito como motor de reactivación económica
Finalmente, Bonilla presentó el Pacto por el Crédito, un acuerdo entre el Gobierno y el sector financiero para movilizar $55 billones adicionales en créditos en un periodo de 18 meses. Estos recursos estarán enfocados en sectores estratégicos como la vivienda, infraestructura, manufactura, transición energética, agro, economía popular y turismo, con el objetivo de reactivar la economía de manera sostenida y equilibrada.
El ministro destacó que en septiembre se desembolsaron $10,6 billones en estos sectores prioritarios, representando un incremento del 26% en comparación con el comportamiento corriente de los créditos. “Los desembolsos en los cinco sectores priorizados incrementaron en 26% sin dejar de lado el resto de la economía”, indicó Bonilla, subrayando la importancia de estos sectores como motores clave para la recuperación económica del país.