Durante el primer semestre del 2023, se registraron 5.601 casos de enfermedades laborales en Colombia, según el último informe de Siniestralidad Laboral revelado por el Observatorio de Seguridad y Salud en el Trabajo, del Consejo Colombiano de Seguridad (CCS). Este dato alarmante equivale aproximadamente a 31 enfermedades laborales calificadas por día en el país. (Lea también: Empleadores de TI enfrentan dificultades para encontrar el talento adecuado)
¿Qué constituye una enfermedad laboral? $>
Según María Carolina Martínez, asociada de la firma de derecho laboral Godoy Córdoba, una enfermedad laboral se define como aquella que surge como resultado de los riesgos inherentes a la actividad laboral o al entorno en el cual el empleado desempeña sus funciones. Es decir, es un diagnóstico médico cuyo origen se encuentra en las condiciones del lugar de trabajo.
Colombia cuenta con una tabla predefinida de enfermedades laborales, establecida en el Decreto 1477 de 2014, modificado por el Decreto 676 de 2020. Entre estas enfermedades se incluyen:
Angiosarcoma de hígado
Neoplasia maligna de estómago
Síndromes mielodisplásicos
Neumoconiosis asociada con tuberculosis.
En la actualidad, surge la pregunta de si las enfermedades laborales pueden estar relacionadas con la salud mental. Según Martínez, las enfermedades mentales están en aumento, especialmente después de la pandemia. Estas enfermedades suelen ser silenciosas y, en muchos casos, se manifiestan cuando ya están en una etapa avanzada.
Para gestionar adecuadamente las enfermedades laborales, es fundamental que las empresas realicen una correcta identificación de riesgos y peligros, lleven a cabo exámenes médicos periódicos y establezcan programas de promoción y prevención de la salud. Además, los trabajadores deben proporcionar información precisa sobre su estado de salud.
La gestión de las enfermedades laborales debe ser una responsabilidad compartida entre empleadores y trabajadores. La prevención e intervención de estas enfermedades no solo son obligaciones legales y éticas, sino también medidas que promueven un ambiente de trabajo saludable, aumentan la productividad y protegen a los trabajadores, quienes son el recurso más valioso de cualquier organización para alcanzar sus objetivos.