En los campos ganaderos del país soplan vientos preocupantes. A los temas de inseguridad y la incertidumbre sobre nuevas normativas que limitarían las exportaciones de ganado en pie se suman ahora una serie de aspectos que están afectando la producción lechera nacional.
Frente a ese panorama, la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, alertó al Ministerio de Agricultura sobre la difícil coyuntura que atraviesa la producción lechera del país, atribuida a las siguientes situaciones:
El bajo acopio formal de leche (solo el 44 % de la producción), importaciones crecientes, caída del consumo por altos precios al consumidor y menores precios a los ganaderos (desplome del 11 % entre marzo y diciembre de 2023). (Lea aquí:“No nos dejen solos otra vez”, el llamado de Fedegán al Gobierno nacional).
El presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie, le propuso al Ministerio de Agricultura la creación de un fondo que promueva el consumo de leche y lácteos para niños de sectores populares; incluir leche en compras públicas con destino a programas como el PAE; realización de ferias y ruedas de negocios con participación de ministerios de Agricultura y Comercio, gobernaciones y alcaldías; y promover campañas de fomento al consumo.
Todas estas preocupaciones y las propuestas de los ganaderos están contenidas en una carta de Fedegán a la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica.
Lafaurie también expuso las disfunciones estructurales que están afectando a este renglón económico: alta producción (en promedio, 7.414 millones de litros /año), bajo acopio formal (3.283 millones de litros, 44 % de la leche producida), pocos compradores (5 empresas concentran el 40 % del acopio formal), importaciones crecientes (cada año crece la capacidad de importación desde EE. UU. y la UE), distribución disfuncional del consumo (estratos altos consumen 190 litros per cápita anualmente y los sectores populares solo 37 litros) y minifundio como modo de producción prevalente (pequeños ganaderos y ganadería minifundista sin animales con alta productividad, economía de supervivencia).
Sobre la coyuntura del sector en 2023 y lo que va de este año, Lafaurie Rivera le expresó a la ministra que la crisis lechera está marcada por dos factores: la caída del consumo (disminución del 9 % como reacción a los altos precios al consumidor) y el factor determinante de la caída del precio al ganadero (caída del 11 % y pago de hasta $1.200 por litro, una situación injusta).
¿Por qué una caída sostenida del precio de la leche al productor, en medio de un verano intenso en el que la menor oferta debería, por el contrario, mejorar los precios?, se pregunto Lafaurie.
“Explicó que con dólar caro entre 2021 y 2022 la industria aumentó el acopio, echando mano de la gran disponibilidad de leche en el mercado; pero con la valorización progresiva del peso y con el bajo arancel extracupo negociado en el TLC con USA, de apenas 4,4 % para 2024, retornó el apetito importador con el argumento “de siempre”, de la necesidad de aumentar inventarios de leche en polvo para enfrentar el verano sin que se disparen los precios al productor”, señaló Lafaurie.
Agregó que “también, esos altos inventarios, sumados a que algunas regiones han mantenido el régimen de lluvias, “no solo han permitido sobrellevar el verano, sino generar una disminución en las compras y en los precios al ganadero, mientras los precios al consumidor no bajan o, en el mejor de los casos, no bajan lo suficiente, lo cual le suma a la crisis la persistencia de la disminución del consumo”.
Lafaurie Rivera manifestó que la situación es más gravosa, sobre todo para los pequeños ganaderos, pues la disminución de sus ingresos por venta de leche no se corresponde con una disminución del costo de los insumos para producirla, sobre todo en condiciones de verano, que requieren suplementación para conservar la salud del animal y su capacidad mínima de producción.
“A manera de ejemplo, en la zona lechera y minifundista del altiplano cundiboyacense, un bulto de silo de maíz (50 kilos) puesto en finca supera los $20.000, lo que pone al campesino frente a opciones extremas: perder sus animales y su fuente de ingreso, o elegir entre alimentarlos o mal alimentarse él y su familia”, aseveró. (Lea aquí: ‘Estocada’ de muerte a exportaciones de ganado en pie denuncia Aexgan).
