Este fin de semana se cumple un año desde que la cotización del dólar alcanzó su pico más alto en la historia económica de Colombia, marcando $5.061,21 en medio de una atmósfera de incertidumbre global.
Hoy el panorama es diferente y se observa una notable recuperación. El dólar, que ha sido testigo de un descenso superior a los $1.000 desde aquel 5 de noviembre de 2022, sitúa a la moneda colombiana en una posición de fortaleza inesperada.
Con la Tasa Representativa del Mercado (TRM) certificada en $4.047,11, la devaluación ha sido revertida en un 20,03%, lo que se traduce en un robusto rebote del peso colombiano en el transcurso de un año. Este fenómeno refleja una dinámica económica que, aunque todavía enfrenta los retos de la inflación y las elevadas tasas de interés, muestra señales de estabilidad y crecimiento. Lee también: Gasolina extra: ahora más limpia, con menos azufre.
La memoria económica nos remonta a noviembre del año pasado, cuando la TRM experimentó la segunda mayor caída del siglo, con un 27,1%, cifra que solo ha sido superada por la depreciación del 31,6% sufrida en 2015. No obstante, el actual panorama revela una perspectiva alentadora para la moneda nacional, que ha conseguido posicionarse como la divisa con mayor valorización a nivel mundial según los analistas de Bloomberg.
De las 152 monedas analizadas por la agencia, el peso colombiano ha experimentado un incremento del 26,53% en el mercado spot, superando al afganí de Afganistán, que registró un ascenso del 20,09%, y colocándose a la vanguardia de la revalorización monetaria global.
El desempeño del peso colombiano no solo es notable a nivel global, sino también en el contexto latinoamericano, donde ha sobrepasado con creces a monedas regionales como el peso mexicano y el sol peruano, con apreciaciones del 11,26% y 4,93% respectivamente. La comparación más significativa es el marcado contraste con el peso argentino, que ha sufrido una devaluación del 45,78% en el mismo periodo.
Esta fortaleza del peso colombiano podría atribuirse a una combinación de factores, incluyendo una política monetaria estable, el incremento de la inversión extranjera y la confianza en la recuperación económica del país. Asimismo, la disminución del riesgo país y la mejora en las proyecciones de crecimiento económico han influido positivamente en la percepción de la moneda ante los inversionistas internacionales. Lee también: ‘Colombia, país de la belleza’: campaña de turismo en pleno corazón de Londres.
La pregunta que se plantean los economistas y actores del mercado es si esta tendencia de valorización es sostenible a mediano y largo plazo. Los expertos sugieren mantener cautela, advirtiendo que los mercados son volátiles y están sujetos a numerosos factores externos, como las fluctuaciones en los precios del petróleo, uno de los principales productos de exportación del país, y las decisiones de política monetaria en economías centrales, como la de Estados Unidos.
El escenario para el peso colombiano se mantiene optimista, pero no exento de los continuos desafíos. Los próximos meses serán cruciales para determinar si esta tendencia alcista se mantiene, o si será necesario ajustar las expectativas frente a un contexto económico mundial que sigue presentando sorpresas.