El anuncio de los llamados “impuestos saludables” ha generado diversos interrogantes entre los consumidores y el sector empresarial. La Dian, a través de su director, Luis Carlos Reyes, se ha propuesto esclarecer cómo será el funcionamiento de estos nuevos gravámenes que entrarán en vigor desde noviembre.
Luis Carlos Reyes destacó la naturaleza monofásica de estos impuestos, indicando que “son de primera etapa, lo que significa que se imponen y causan en una única ocasión, ya sea durante la venta, el retiro de inventarios o en la importación”. En términos simples, cada producto será gravado una sola vez con este impuesto.
Una de las principales inquietudes de la comunidad empresarial estaba vinculada a la aplicación de estos impuestos en el sector restaurantero. A este tema, Reyes aseguró que los servicios de restaurante en sí mismos no generarán este tipo de impuesto.
Además, resaltó que ciertos insumos no comestibles y productos como suplementos dietéticos o polvos solubles en bebidas no serán sujetos a estos gravámenes. Lee también: Cotelco insiste en un IVA diferencial para impulsar el turismo en Colombia.
Dentro de los productos que sí se verán afectados por estos impuestos se encuentran las salchichas, papas chips, galletas y ponqués. El criterio de gravamen será determinado por el contenido de azúcar y sodio presente en cada producto, según lo establecido en la reforma tributaria de 2022.
Este nuevo gravamen no se implementará de manera abrupta. En cambio, se ha diseñado un esquema de aplicación progresiva: se prevé un incremento del 10% para el remanente de 2023, un 15% adicional para 2024 y un 20% final en 2025.
Para visualizar de forma práctica el impacto de esta medida, podemos considerar el caso de un paquete de salchichas de siete unidades. Actualmente, este producto tiene un costo de $10.300 en una cadena nacional. Con la implementación del impuesto, su precio ascenderá a $11.330 al finalizar 2023. Para 2024, el valor será de $11.845 y, finalmente, en 2025 alcanzará los $12.360.
La medida, que forma parte de las estrategias para promover hábitos alimenticios más saludables entre la población, ha sido objeto de múltiples debates, tanto por su impacto en el consumidor final como en la industria alimentaria. Lee también: “Necesitamos una transición energética a la colombiana”: Amylkar Acosta.
Sin embargo, con las aclaraciones de la Dian, se espera que los diferentes sectores involucrados puedan hacer las adaptaciones necesarias en sus estructuras de costos y precios. Es una etapa de ajustes y adaptación que busca ir en pro de la salud pública de todo el país.