Cartagena fue la ciudad del país que mayor ascenso logró en el ranking del Índice de Competitividad de Ciudades (ICC 2023) revelado esta mañana por el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y la Universidad del Rosario, al ascender 3 casillas y ubicarse en la posición número 11 entre 32 ciudades capitales del país que incluyó el estudio. (Lea aquí: Cartagena ocupó el puesto 13 del Índice de Competitividad de Ciudades 2022).
El índice fue revelado esta mañana en Santa Marta y ubica a Bogotá en la primera posición con 7,96 puntos, de 10 posibles, seguida de Medellín (7,16) y Tunja (6,47). Las tres últimas ciudades de ese ranking fueron: Puerto Carreño (2,92), Mitú (2,44) e Inírida ( 2,15).
Cartagena tuvo una calificación de (5,56) y fue la segunda ciudad de la Costa Caribe con mejor puntuación, después de Barranquilla que ocupó la posición 7 y un puntaje de 6,19. En el 2022, la ciudad había ocupado la posición 13.
Según el estudio, el mejor desempeño de la ciudad se da en los pilares de Sofisticación y diversificación, en el que registra una calificación de 9,3 sobre 10 puntos posibles, ubicándose en la cuarta posición a nivel nacional en ese pilar. Allí se destaca la diversificación de su canasta exportadora, con una puntuación de 9,34. También tiene buena calificación en tamaño de mercado (8,2) y entorno para los negocios (7,2).
El desafío más importante de Cartagena es el de la innovación en el que tiene el puntaje más bajo (2,5), por su bajo desempeño en los indicadores de investigación científica (puesto 32) e inversiones en ACTI (puesto 26).
La ciudad muestra avances en 9 de los 13 de los pilares incluidos en el estudio. Crece 0,8 en el pilar del tamaño de mercado, pero cae 1,2 puntos en el pilar del mercado laboral debido a su retroceso en 12 puestos en brecha en empleo vulnerable entre hombres y mujeres.
Consideraciones
Alejandro Cheyne, rector de la Universidad del Rosario, señaló desde Santa Marta, que “la presente edición del ICC incluye 106 indicadores, conformados a partir de datos duros, no de percepción. Por lo tanto, constituye una herramienta de diagnóstico riguroso de la situación de las ciudades, de tal forma que los gobiernos locales, la sociedad civil, el sector privado y la academia puedan contar con herramientas para ejercer sus roles de forma informada, oportuna y pertinente”.
Ana Fernanda Maiguashca, presidente del Consejo Privado de Competitividad, señaló que “el diseño de buenas políticas públicas a nivel subnacional requiere de evidencia, y su implementación debe orientarse a la búsqueda de resultados. Esperamos que estos insumos puestos a disposición de las ciudades puedan contribuir en la elaboración de los planes de desarrollo de las administraciones locales en el próximo cuatrienio”. (Lea aquí: 3 sectores que rezagan la competitividad de Cartagena).
