Los banqueros y el Gobierno nacional tienen varias coincidencias en torno al agro colombiano.
Mario Pardo Bayona, presidente de la Junta Directiva de Asobancaria, el gremio de los bancos y entidades financieras del país, en el discurso de instalación de la edición 57 de la Convención Bancaria, destacó los sectores en los que, a su juicio, Colombia tiene fortalezas competitivas y que son clave para avanzar hacia un país más justo e inclusivo. El listado lo encabeza el agro, el turismo, la economía biodiversa, servicios de software, la industria y las energías renovables. (Lea aquí: Acuerdo de Tierras: ganaderos de Bolívar lideran ofertas en la Costa Caribe).
Pero en medio de esas coincidencias, el exministro de ambiente, exsenador y periodista, Juan Lozano, quien actuó de moderador del panel ‘El agro como pilar fundamental del desarrollo sostenible de Colombia’, en desarrollo de la Convención Bancaria, organizada por Asobancaria, que se clausuró el pasado viernes en Cartagena, le preguntó a los panelistas: ¿Qué hacer para que la tierra se pueda convertir en una tierra productiva, que esa expectativa de tener tierra no se convierta en una frustración por no haber contado con los servicios, el apoyo y la asistencia para volver productiva esa tierra?.
Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, uno de los panelistas señaló: “Ya coincidimos todos que el agro es el eje central para el desarrollo de Colombia, pero no se nos puede volver una nueva frustración sabiendo que tenemos unas grandes oportunidades y no las desarrollamos. El tema de la tierra ha sido el tema central de la discusión en Colombia y además causante de muchos de nuestros males. Veo con buenos ojos una tenencia de la tierra que llegue a las personas que menos oportunidades han tenido”.
“En Colombia tenemos cerca de 12 millones de personas viviendo en la ruralidad exentos de oportunidades. La tierra es el primer paso, pero no es suficiente. La tierra necesita una política y un direccionamiento claro de cuáles son las actividades productivas que van a estar sobre esa tierra y esas actividades van más allá de sólo entregarle crédito al campesino. El sólo crédito, sobre una tierra es un avance, y podemos llegar a grandes frustraciones sino lo acompañamos de una política agraria clara que incentive los sectores eficientes y productivos: Tierra, crédito, política agraria y un apoyo en asistencia técnica. Un conjunto de acciones que se coordinen para poder dar ese salto, de volver ese potencial, que es el agro, en una realidad”.
“Hay que escoger una serie de actividades agrícolas a los que debemos darle mucho énfasis, para que se vuelvan en el eje de desarrollo del país”, concluyó Mora.
El presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, también se refirió a los riesgos de los productores del campo. “En Colombia los pequeños productores tienen todo el riesgo: del clima, de mercado, toda la cadena de intermediación que gana muchas veces más que el mismo productor. El agricultor tiene hoy todas las de perder y eso hay que cambiarlo. ¿Cómo se cambia?: Con proyectos productivos que tengan una estructura, que tengan asistencia técnica, pero con un encadenamiento productivo que permita que los pequeños productores tengan acceso al mercado a través de quien compra, pero de manera directa. Es saltarnos una cadena de intermediarios que hoy le hace muchísimo daño al agro colombiano -algo similar a agricultura por contrato- y se están llevando una buena parte de los beneficios y el agricultor se lleva los riesgos. Tenemos que avanzar en seguros de cosecha. El agricultor no puede jugarse su patrimonio en cada cosecha con los temas de clima. Hay que generar un esquema de asegurabilidad, para que ese riesgo no esté enfocado únicamente en los productores”.
La ministra de Agricultura, Jhénifer Mojica Flórez, aprovechó el panel para recordarle a los banqueros y al país que el propósito del Gobierno es hacer una “gran revolución” para el campo con la reforma agraria y para ello se requiere “un sector financiero” más popular, que la banca privada se interese en el campo. Se busca tener un esquema de agricultura de bajo carbono, con una ganadería sostenible, una palma sostenible y que se pueda generar capacidades de riego. (Lea aquí: Gobierno y ganaderos colombianos firman pacto de tierras para reforma agraria).


