Contar con una casa garantiza comodidad, espacios dispuestos para cada necesidad y ante todo un patrimonio que se puede expandir, toda vez que se tiene la posibilidad de demoler y levantar otra construcción si las disposiciones legales así lo permiten.
El condicionamiento anterior aplica en cualquier entorno, sin embargo, siempre existe esa posibilidad, más cuando el inmueble cuenta con muchos años de construido y su proceso de deterioro es notable, entonces, dar paso a una nueva unidad de vivienda es factible y brindará un máximo de aprovechamiento del terreno donde se erige.
Todo esto hace parte de la tenencia de este tipo de vivienda, pero la idea de remodelar también es esa opción que busca mantener el anhelado espacio y hacerlo más acorde con las necesidades actuales, al tiempo que se mejoran algunas de sus estancias, indica el arquitecto Rodrigo Arteaga Ruiz.
Las nuevas generaciones han optado tras su independencia por adquirir un apartamento y generalmente quienes son propietarios de una casa es por una herencia, de allí que de querer conservarla, también acudan a la remodelación y distribución de las áreas, una tarea que puede representar un reto económico, más si el inmueble está situado en un lugar que exige protección especial, como es el caso del Centro Histórico en Cartagena, añade el experto. (Lea aquí: ¿Qué es la vivienda fraccionada? Conoce como compartirla)
Al iniciar el proceso, se establecen detalles puntuales que van a reflejar la personalidad de sus habitantes, a partir de allí vendrán esas reformas que incluyen desde las estructuras hasta los acabados nuevos que en buena medida aportarán modernidad.
Tomada la decisión, se deben abordar muchos puntos a tener en cuenta, y se inicia con la asesoría profesional, un arquitecto encabezará los trabajos, toda vez que el diagnóstico del inmueble es fundamental para alcanzar el objetivo de la remodelación incluyendo imprevistos.
Este análisis del inmueble es funcional y técnico, en el mismo se consideran las humedades que pueda presentar, así como grietas, estado del piso, tuberías, acometidas eléctricas y la estructura general de la casa, permitiendo establecer prioridades y entrar a revisar el presupuesto.
El arquitecto advierte que el listado anterior permitirá corregir imperfectos y daños que se han podido mantener en el tiempo y que una vez se empiece el trabajo no se pueden obviar, de lo contrario sería invertir más el dinero. Un ejemplo claro tiene que ver con tuberías y redes eléctricas, las primeras deben ser revisadas y en caso de fugas o daños, reparadas antes del montaje de nuevos sanitarios, la parte eléctrica tal vez requiera una expansión para la remodelación total.
El costo de una remodelación suele ser alto, por tanto la asesoría y cotización de materiales antes de hacer la elección definitiva, puede representar un ahorro programado desde el inicio de la obra.
Nuevamente se habla del tema de las casas, su tamaño exige mayor mantenimiento, por lo que acudir a buenos proveedores es parte de que la inversión se mantenga en el tiempo, de otra parte existe la muy segura posibilidad de contar con un patio, espacio que se debe incluir en el arreglo y por tanto hacer más funcional con amenidades propias del lugar.
Y como en toda obra, la planificación es fundamental para que la ejecución se cumpla en el tiempo estipulado, advierte Arteaga, siempre existirán contratiempos y para ello debe existir un plan de contingencia que evite retrasos y por tanto deterioro de materiales expuestos a la intemperie.