


El cierre de la versión XIX del Congreso Nacional de la Infraestructura dejó para el desarrollo aeroportuario de Cartagena noticias esperanzadoras. (Lea aquí: Nuevo aeropuerto de Cartagena, un hub para Las Américas).
Por un lado el Ministerio de Transporte anunció la suscripción del otrosí de la concesión del aeropuerto Rafael Núñez, a cargo de Sacsa, extendiendo su alcance hasta octubre de 2023 como paso para facilitar la contratación de la iniciativa privada (IP) que se encargará de su ampliación; y por otro lado, los promotores del nuevo aeropuerto, el de las cercanías a Bayunca, revelaron detalles del proceso y confiaron en que en el 2024 la iniciativa quede contratada y con capacidad para atender el tráfico aéreo de la ciudad en los próximos 50 años.
Mauricio Ossa, el presidente de Odinsa, una de las firmas socias que promueve el nuevo aeropuerto, reveló que el proyecto previsto en proximidades de Bayunca, entre la Vía del Mar y la carretera de La Cordialidad, sigue su avance
Los terrenos previstos para ese desarrollo están en manos de tres o cuatro familias interesadas en el desarrollo del proyecto, que “ya pasó la prefactibilidad, la factibilidad y por ordenamientos del cambio climático y el traslado de unas redes –eléctricas– en el diseño del proyecto, se va a hacer un giro en las pistas y ello implicó un ‘reproceso’.
“Ese es el punto en que estamos. Ya la ANI había contratado un evaluador, que ya dio su concepto favorable sobre el proyecto y es nuestra expectativa que en breve, conjuntamente con el Gobierno nacional, podamos terminar la etapa de factibilidad en el 2023, como tarde, y luego debe haber una propuesta de modelo financiero, una propuesta de minuta de contrato que se evalúan y de allí saldría a licitación, donde concursaremos nosotros como los originadores del proyecto u otros interesados, y quien lo haga mejor será el adjudicatario. En definitiva estimamos que para el inicio del año 2024 esto se convierta en un contrato de concesión”, dijo Ossa.

El nuevo aeropuerto de Cartagena se desarrollaría en un área de 553 hectáreas, tendría una pista de aterrizaje de 3.100 metros de largo, que incluye una calle de rodaje paralela y se prevé una segunda pista para cuando la demanda de tráfico aéreo lo requiera. Será un aeropuerto internacional con una terminal de pasajeros de 70.300 m2 en fase inicial y de 100 mil m² en el largo plazo.
Tendría capacidad para movilizar en su arranque 11 millones de pasajeros anuales, pero su hito es llegar hasta 30 millones de pasajeros/año. Sería un gran hub aeroportuario, competitivo a nivel del mar. Son socios de la iniciativa Odinsa, Macquarie Asset Management y Conecta Caribe.