Cuando de arrendar un inmueble se trata, siempre surgirán riesgos que afectan tanto a la construcción, como a su propietario, y generalmente ese detrimento es de tipo económico, por lo que se hace necesario mantener ciertas pautas de prevención.
Una vez se ha tomado la determinación de poner en alquiler la propiedad, la principal recomendación que se suele hacer está relacionada con el cuidado físico, evitar los daños y hacer el mantenimiento justo que controle el inevitable deterioro producido por el tiempo, sin embargo, no todo queda allí, está el interés por encontrar un inquilino con la solvencia económica para cubrir con el canon de arrendamiento de forma puntual.
Lo anterior también incluye las cuotas extraordinarias que deriven del inmueble, como es la administración, y los servicios públicos, que de no estar al día, afectarán directamente a la propiedad, por eso es importante contar con un seguro de arrendamiento.
Asegurar es la clave
La mayoría de las inmobiliarias en aras de brindar un buen servicio, y dar tranquilidad a los propietarios de los inmuebles contratan con aseguradoras para mantener una póliza que garantiza el pago de los cánones de arrendamiento, aun cuando el arrendatario se encuentre en mora, indica Michel Chalita, gerente de la inmobiliaria Viviendas. (Lea aquí: Proyectos “todo incluido”, bienestar en un solo lugar)
Es de aclarar, que contratar los servicios de una inmobiliaria siempre tendrá la ventaja de protección del inmueble y su dueño, porque allí estarán expertos que velarán por el buen uso de la propiedad y por consiguiente su pago oportuno. De otra parte, ese amparo también se extiende al inquilino, quien siempre tendrá protegidos sus derechos.
Con respecto al seguro de arrendamiento, manifiesta Michel Chalita, este es contratado directamente a una aseguradora, donde no solo garantiza el pago de los cánones de arrendamiento, sino que además, tiene una cobertura de 36 meses de cánones y asumen los costos de honorarios y gastos procesales en el evento en que se requiera iniciar procesos ejecutivos o de restitución del inmueble arrendado.
“Contar en cada contrato con un seguro de arrendamiento, es una tranquilidad para el propietario sobre su ingreso, y dado el caso, sobre la recuperación de su inmueble sin preocuparse por tener que contratar abogados para adelantar acciones judiciales. Estos seguros, ofrecen además, otras coberturas adicionales para deudas de servicios públicos y también para daños y faltantes del inventarios del inmueble”, indica el experto.