Dos analistas consultados por El Universal sobre la teoría del decrecimiento expuesta en Cartagena por la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, calificaron de “inviable” y “absurda” la propuesta.
Jeisson Balaguera, profesor e investigador en Finanzas de la Universidad EAN, de Bogotá, señaló: “De esta teoría se ha venido hablando desde hace tiempo y consiste en que si hay menos población se producen menos bienes y servicios y hace que el medio ambiente tenga una estabilidad más alta que las que hoy día tiene y las condiciones de las personas mejoren. Es una teoría que ambientalmente se habla mucho, pero no es que sea fácil de aplicar. Como muchas teorías termina como algo que sea inviable aplicar”.
“Lo que menciona la ministra no es que sea muy aplicable, porque los países líderes económicamente en el mundo no van a retroceder de ninguna manera en sus políticas con el ánimo de que haya una mayor igualdad económica. La teoría sí existe y es técnicamente fundamentada. Mientras menos bienes se produzcan, menos recursos naturales se utilizan y por eso cobra sentido la teoría, no es muy aplicable a las condiciones de hoy en día de la humanidad.” (Lea aquí: Desde Cartagena, Petro propone cambiar el sentido de la minería en Colombia).
“Al final la teoría defiende el medio ambiente. Si los países bajan los niveles de producción, van a consumir menos recursos naturales, va a primar siempre el recurso natural, antes que la producción y el dinero”, precisó Balaguera.
Al aplicar la teoría, lo que sucede es que al no haber crecimiento económico, las ventas de las empresas bajarían, las personas perderían sus empleos, porque las empresas solo venderían ciertas cantidades de sus productos o bienes y económicamente el mundo entraría en recesión y eso haría que surgieran problemas de pobreza, un sistema financiero débil e impactaría en la innovación y la tecnología”.
“La propuesta es inviable para Colombia y para cualquier país por estar en una economía globalizada y parte de lo que consumimos hace parte de economías conectadas”, concluyó.
Para Mauricio Santamaría, presidente de ANIF, “Esta es una teoría que no ha tenido repercusión en la vida real... Colombia no puede ir a pedirle a otros países que crezcan menos. Eso es pedirles que se empobrezcan. Es una cosa absurda”.


