De manera indirecta y con gravámenes que harán poco competitivos a varios productos y reducirán su consumo entre los colombianos, la reforma tributaria que presentó el Gobierno a consideración del Congreso sí se sentirá en la canasta básica.
Arroz, pollo, cerdo, huevo, leche y pescado, productos esenciales de la canasta familiar no tendrán IVA, pero indirectamente serán gravados.
Así lo denunciaron ayer los representantes de cuatro agremiaciones vinculadas a la producción de alimentos en el país: la Federación Nacional de Avicultores de Colombia (Fenavi), Porkcolombia (el gremio de los porcicultores), Fedearroz y la Federación Colombiana de Acuicultores (Fedeacua), en rueda de prensa virtual.
Para estos agremiaciones la propuesta del Gobierno incluida dentro del Proyecto de Reforma Tributaria o Ley de Solidaridad Sostenible los “elimina de la categoría de bienes exentos de los productos básicos de la canasta familiar y los pasa a excluidos, lo que significa que los insumos para la producción de alimentos como el arroz, la carne, el pollo, los huevos, el cerdo, la leche y el pescado, van a tener un sobre costo que en algunos sectores de la cadena de alimentos será entre el 5% y el 10%, valor que lo tendrá que pagar el consumidor”.
En la actualidad la categoría de exentos garantiza que los productores agropecuarios soliciten la devolución del IVA, generado en la cadena de producción, que exige formalidad en cuanto a la declaración del Impuesto de Renta, formalidad laboral de los trabajadores y formalidad ambiental.
“Esto genera un duro golpe al bolsillo de los colombianos”, señala la posición conjunta de estas agremiaciones.
Esa decisión, indican los gremios, afecta en tres aspectos claves: el encarecimiento del costo de los alimentos de los colombianos; el crecimiento de la informalidad laboral en el campo y la posición de desventaja del producto nacional frente a los importados.
“Si se eliminan los bienes exentos como esta contemplado en los decretos, se pierde la poca formalidad que hoy existe en el agro colombiano. El proyecto de Ley de Solidaridad Sostenible pone en desventaja la producción nacional, debido a que los productos importados entrarían al país sin IVA en su cadena de producción”, remarcan los gremios agropecuarios.
Para el presidente Ejecutivo de Fenavi, Gonzalo Moreno, “resulta imposible pensar que, hoy cuando la devolución del IVA en la producción de huevo y pollo representa aproximadamente $1 billones, el cual no pagan los consumidores, no tendría ningún efecto. Esto implicará que el consumidor pague un IVA oculto en los costos de producción superior al 5,0%, aproximadamente $18 por unidad de huevo y $338 por kilo de pollo”.
Por su parte, el director ejecutivo de la Federación Colombiana de Acuicultores, César Pinzón, señaló que “esta medida encarecería considerablemente los productos acuícolas, pues si hoy, en promedio, un kilogramo de tilapia cuesta $8.000, este podría incrementar su precio a $8.736, representando un aumento del 9,2%. Del mismo modo, si un kilogramo de trucha actualmente cuesta $12.000, este podría ascender a $13.104. La propuesta impactaría negativamente a nuestro gremio, que el año pasado tuvo el mejor desempeño en su historia al exportar más de 12.895 toneladas piscícolas, un 48% superior a las registradas en 2019”.
El presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche, Juan Sebastián Bargans, expresó: “se generaría una disminución en el consumo, afectando la alimentación y nutrición de la población colombiana y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria; teniendo en cuenta que, en la actualidad, los colombianos consumen 150 L de leche por habitante, lejos de los 170 L recomendados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y que podría ocasionar una disminución cercana del 6 % en el consumo”.
Para el gerente general de la Federación Nacional de Arroceros, Rafael Hernández Lozano, “esta reforma representaría un gran problema teniendo en cuenta que el arroz es uno de los productos que tendría mayor impacto, dado que los plaguicidas, que representan el 15% de la estructura de costos, serían gravados con un impuesto al consumo del 8%, incrementando el costo de los productores y seguramente aumentando el precio del producto al consumidor sin que los más pobres puedan ser compensados por la devolución del IVA al tratarse de un impuesto al consumo”.
Jeffrey Fajardo, el presidente ejecutivo de Porkcolombia, el gremio de los porcicultores, expresó: “Al pasar la carne de cerdo y otros alimentos esenciales como la carne de res, el pollo, el pescado, la leche, los huevos y el arroz, de exentos a excluidos, ese mayor costo derivado de no poder recuperar los IVA pagados en el proceso productivo, se trasladaría vía precio al consumidor final, encareciendo la comida, contrario a lo que el Presidente de la República afirmó en las últimas semanas frente a no tocar los alimentos de los colombianos en esta reforma”.
Con la reforma no solo está en juego la producción, las ventas, el consumo y la competitividad de estos sectores, también están en entredicho cerca de 1,7 millones de empleos directos e indirectos, aseguran los voceros gremiales.
