Pocos académicos han estudiado tanto y de cerca a Cartagena como Adolfo Meisel.
Los años que estuvo en esta capital, al frente de la gerencia local del Banco de la República, le permitieron conocer la realidad económica, social, cultural y política de la ciudad; y ahora, desde la Rectoría de la Universidad del Norte, sigue poniéndole la lupa a esos tópicos.
Su más reciente investigación, hecha de manera conjunta con María Aguilera, jefe Regional de Estudios Económicos del Banco de la República, titulada “Cartagena, 2005-2018: Lo bueno, lo malo y lo feo”, es como una radiografía del comportamiento de la ciudad entre el penúltimo y último censo de población.
En el pasado, Meisel ha estudiado tres siglos de la historia demográfica de Cartagena de Indias: los censos de 1777, 1865 y 1985. Ahora, cuando salió el Censo de 2018, decide hacer esta nueva investigación, la cual se inició en 2020 y se adelantó durante cuatro meses.
El crecimiento de la actividad industrial, el auge del turismo y la construcción y su posicionamiento como puerto y centro logístico son los elementos que más destacan los investigadores en el periodo analizado. Sin embargo, los rezagos de la ciudad en ese mismo periodo tienen que ver con los niveles de pobreza, baja calidad de la educación y de algunos servicios públicos; bajo nivel de recaudo de impuestos y la ingobernabilidad de la ciudad.
El Universal entrevistó a Meisel y estas son sus lecturas a su nuevo vistazo a la realidad de la Cartagena.
¿Cuáles son los principales hallazgos de esta investigación?
- Encontramos que el aparato productivo de Cartagena, en los últimos años ha estado muy activo. La industria, con la inversión enorme de la Refinería se ha fortalecido. Hoy en día Cartagena es la principal capital industrial del Caribe colombiano. La ciudad es el principal destino turístico de Colombia. El sector de construcción de vivienda estuvo muy dinámico, tanto en viviendas de estratos altos como Vivienda de Interés Social (VIS). El puerto de Cartagena se consolida como el más eficiente, con grandes ventajas competitivas en el área de carga de contenedores. Hay, además unas cosas que han avanzado: la cobertura de educación, la cobertura de algunos servicios públicos, pero en términos de indicadores sociales: por ejemplo, calidad de la educación y en temas de pobreza no se ha avanzado lo suficiente y es una gran ironía que con un aparato productivo tan dinámico, tan potente, no jale a esa población que está en la miseria extrema.
¿Qué hallaron en el sistema de impuestos de la ciudad?
- Ese será tema de una nueva investigación, pero Cartagena tiene unas debilidades en sus sistemas de impuestos. Una, de cada 100 pesos que se facturan, solo se recaudan 45 , eso es realmente muy bajito. Dos, los avalúos están bajos, y tres, las tarifas del Predial son de las más bajas del país.
¿Si hay espacio para pagar más impuestos en la ciudad?
- Claro que sí. En la ciudad están de los apartamentos más caros de Colombia y en el Centro Histórico es uno de los sitios donde menos se paga impuestos. Allí hay edificaciones de uso institucional y viviendas de lujo, porque muchos de los que viven en el Centro Histórico tiene plata, es más algunos están exentos, cosa que no debe ser así.
¿Por qué esa inequidad, por qué esos contrastes?
- Es una cosa histórica, que viene de antes. Cartagena es desigual desde la Colonia. Está ligado con el legado de la esclavitud. Hay una correlación entre el nivel educativo y el nivel de ingresos. Y a su vez entre el nivel educativo y ser o no ser afro. Eso tiene mucho que ver. Es una discriminación estructural. Las causas son profundas e históricas. El problema es que no se ha avanzado en la reducción de los problemas en esta etapa de la vida de Cartagena, porque hay muy malas administraciones.
¿La ingobernabilidad es una de las causas de la pobreza de Cartagena?
- Sí... no han durado los alcaldes, no se han hecho las reformas profundas, las priorizaciones no se han dado. Se ha perdido el tiempo.
¿Y qué responsabilidad tienen los líderes empresariales?
- También influye el tipo de dirigente que tenemos. En el sector industrial cartagenero, con contadas excepciones, y sobran dedos de una mano, las industrias no son cartageneras, son multinacionales. Las inversiones más grandes de Mamonal son de multinacionales o de la Refinería, que es de Ecopetrol. Tienen unos gerentes de planta que están concentrados en la eficiencia técnica de la empresas, no con visión de ciudad.
¿Con ese panorama Cartagena puede combatir la pobreza?
- Cartagena tiene un potencial muy grande, porque en Cartagena hay la riqueza para erradicar la pobreza. El problema no es tanto de recursos, sino de voluntad, de una voluntad ciudadana y política para hacerlo. La ciudadanía eligiendo bien y exigiendo avances en la eliminación de la pobreza.
¿Y hay iniciativas para combatir la pobreza?
- La iniciativa del senador Araújo – Fernando Nicolás- es muy buena, pero infortunadamente en este momento está suspendida. Ojalá que saliera adelante...ese es el tipo de iniciativas que necesitamos.
