En el 2020 las compras de frutas de palma de aceite de la Planta Extractora de Aceite de Marialabaja alcanzaron los 65 mil millones de pesos.
En promedio cada mes las compras de ese producto mueven unos 5.416 millones de pesos, cifras que trimestralmente supera el presupuesto general de ese municipio del norte de Bolívar.
Con esas cifras, reveladas por Carlos José Murgas, vicepresidente del Grupo Oleoflores, responsable de la Planta Extractora de Aceite de Palma de Marialabaja, se pone de relieve la importancia de la palmicultura en la economía de ese municipio.
La planta, que opera desde el año 2006, tiene una capacidad de producción de 30 toneladas por hora y los promedios anuales son de 190.000 toneladas de fruta de palma de aceite, que se transforman en 33.500 toneladas de aceite.
Esa empresa agroindustrial, la más importante de esa zona de los Montes de María, vincula de manera directa a unas 120 personas en tres turnos, más otros 50 personas alrededor de los servicios transversales como logística y almacenes, más 900 empleos que se generan en las fincas del Grupo. A ellos se suman las casi mil familias vinculadas bajo el modelo asociativo al complejo agroindustrial. Desde los productores, la propia planta, el servicio del proceso, más los transportadores de la fruta, se crean en Marialabaja, Arjona, El Carmen de Bolívar y San Onofre alrededor de 6.500 empleos, entre directos e indirectos.
Para Murgas, “en el año 2020 fuimos muy afortunados, pues mientras la mayoría de los sectores económicos en Colombia pararon, nosotros por estar en un sector agrícola y alimenticio, y de biocombustibles del país, pudimos seguir operando sin ningún contratiempo en medio de la pandemia”.
“Nuestro cultivo es un cultivo continuo, de producción diaria. En cuanto a productividad, la actividad tuvo una reducción al igual que el resto de la industria en el mundo. Lo positivo es que aunque los precios internacionales tuvieron un declive al comienzo del año 2020, luego de que en febrero estuvieran a 789 dólares la tonelada de aceite de palma y que en abril de ese año alcanzaran niveles de 400 dólares, hoy se han ubicado por encima de los 800 dólares. Fue un año atípico, pero agradecidos por haber seguido produciendo”, dijo Murgas.
En términos generales, el balance de la planta de Marialabaja reportó un pequeño bajón en la producción de frutos, pero económicamente les fue mejor que el 2019, por los mayores precios internacionales del aceite de palma y por ajustes en costos.
En el área del Distrito de Riego de Marialabaja hay a la fecha unas 5.500 hectáreas cultivadas de palma de aceite, cuya producción es acopiada en la Planta Extractora de Aceite, pero en total esa infraestructura recibe la producción de unas 18 mil hectáreas de cuatro departamentos: Bolívar, sur del Atlántico, norte de Sucre y Córdoba, por la ubicación estratégica de la planta.
El Grupo Empresarial Oleoflores tiene a la fecha plantas en Codazzi (Cesar), Tibú (Norte de Santander), Marialabaja (Bolívar), dos refinerías de aceite (en Cesar), planta de biodiésel, una refinería de aceite de palmiste y otra de aceite de palma, planta de margarinas y sólidos, planta de envases de aceites vegetales.
En este momento el Grupo trabaja en la instalación de una nueva planta en Montería, que le permitirá a la de Marialabaja trabajar con mayor holgura, pero se está sembrando palma Marialabaja, en municipios cercanos a esta localidad, en el norte de Sucre y sur del Atlántico, todo bajo el modelo de Alianzas Productivas, que al final beneficiarán a la planta de Marialabaja.
La nueva planta de la zona rural de Montería demandará inversiones por 20 millones de pesos.
Este producto es la principal fuente de todo lo que es la canasta familiar, productos de belleza (jabonería y maquillaje) y biocombustibles, hoy Colombia está mezclando cada galón de diésel, lleva el 10% de biodiésel de palma. También se producen detergentes, vitaminas, un sinnúmero de productos y una cadena de subproductos que dependen del aceite de palma.




Murgas también se refirió a la necesidad de tener un Distrito de Riego fortalecido y anunció que se trabaja con la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y la Gobernación de Bolívar para hacer una mejor gestión de esa infraestructura, para que todos los cultivos puedan acceder al servicio.
“Tenemos un Distrito de Riego que tiene más de 60 años de existencia, y hemos venido haciendo un trabajo todos los productores de la zona para mejorarlo. Cuando llegamos encontramos que era un Distrito diseñado para 20 mil hectáreas de cultivos, pero realmente había cobertura para 1.700 hectáreas y lo hemos llevado nuevamente a 10 mil hectáreas, es la mitad de su capacidad, pero sirve a los cultivos que hoy están (palma, arroz, frutales y pastos)”, recordó Murgas.
Sin embargo, insiste en que hay algunas limitantes. Uno, el Distrito se abastece en sus embalses de las precipitaciones anuales, pero la mitad del agua que se bombea desde los embalses se pierde, lo que hace necesario recuperar la infraestructura actual, para hacer un riego eficiente. Dos, se requiere tener una fuente alterna, una especie de ‘Plan B’, desde la Ciénaga de Marialabaja, para bombear cuando se requiera complementar el agua de los embalses. Ya hay un estudio que lo tiene la ADR y aunque la recuperación de todo el Distrito de Riego requiere inversiones por 25 mil millones de pesos, esa fuente alterna de suministro podría demandar inversiones cercanas a los $4 mil millones.
La tercer limitante que observa Murgas es la informalidad en la producción agropecuaria en la zona. “La informalidad ya hace mella en la comercialización formal de las cosechas de la zona y eso no permite que haya el 100% de la closterización de la zona y que se paguen los servicios”, puntualizó.