Las alarmas están encendidas. Uno de los más grandes, tradicionales y concurridos congresos que por décadas se ha venido realizado en Cartagena cambia, al menos por este año, de sede.
Se trata del Congreso Colombiano de la Construcción, organizado por la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), cuya Junta Directiva Nacional, ante el “lobby” de los alcaldes saliente y entrante de Barranquilla y los gobernadores del Atlántico, lograron convencerlos para que la versión 2020 de ese evento se lleve a cabo en el Centro de Eventos Puerta de Oro, de Barranquilla.
Los más de 2000 participantes, en su mayoría empresarios de la construcción, junto con voceros gremiales, y representantes del alto Gobierno y expositores nacionales e internacionales se “mudan” a La Arenosa, dejando un vacío en la agenda de eventos de junio en el Centro de Convenciones y privando a la economía de la ciudad de importantes ingresos por cuenta del gasto de los participantes en el Congreso.
Aunque la decisión se oficializó hace varios días, la misma trascendió esta semana a los medios de comunicación.
El Universal consultó a la gerente General del Centro de Convenciones Cartagena de Indias (CCCI), Diana Rodríguez Arocha, quien confirmó la decisión de Camacol.
La ejecutiva señaló que “cuando un congreso se va de Cartagena, el Centro de Convenciones no es el único que pierde, pierde la ciudad. La industria de reuniones y eventos constituye un baluarte para el desarrollo socioeconómico de nuestro destino porque genera valor, fomenta empleo, fortalece las cadenas productivas y es una gran plataforma para el conocimiento y los negocios”.
Tras esa decisión autónoma de Camacol, la ejecutiva del CCCI añadió que “las condiciones están dadas para definir una estrategia unificada de promoción que nos permitan también demostrar porque Cartagena de Indias ha sido y debe mantenerse como sede histórica de eventos y grandes acontecimientos”.
Sin embargo, los barranquilleros van por más y le apuntan a otros grandes eventos gremiales que tienen como sede a Cartagena, lo que obligará a la ciudad a generar una estrategia que la “blinde” ante el interés de otras capitales por esos foros, que le podrían restar competitividad y opciones como sede de eventos.